vitoria. El sueño del pleno empleo llegó a estar al alcance de su mano. Pero el paro técnico del que Vitoria comenzó a presumir en el año 2000, ha perdido su dulce coletilla de un bofetón. La crisis económica ha castigado tan fuerte a la capital alavesa que la tasa de paro se ha disparado en un año un 62% hasta llevarse por delante al 12,2% de la población activa, el porcentaje más alto de la última década. Eso significa, según los datos del Ayuntamiento, que ya son 13.957 las personas obligadas a estar de brazos cruzados, la mayoría procedentes del sector servicios, la construcción y la industria, los tres pilares del mercado laboral en la ciudad.

Desde hace dos años, el desempleo sólo sube. Al principio, poco a poco: 2008 arrancó con la caída salvaje del precio de la vivienda, el descenso de las ventas de coches, el freno al consumo, la escalada del euríbor... Y continuó con una crisis mundial financiera que golpeó los mercados laborales de todos los rincones del planeta. Vitoria incluida. La sacudida ha sido finalmente tan fuerte que incluso ha alterado de forma insólita el perfil de la persona desempleada. Por primera vez, el paro no entiende de sexos. Las cifras hablan por sí solas: existe un equilibrio casi perfecto entre hombres y mujeres sin trabajo, 6.910 frente a 7.047, cuando en la última década ellas representaban a las dos terceras partes de las personas paradas. Ese empate es consecuencia de la forma en que la crisis está afectando a los diferentes sectores de la actividad económica, aunque todo indica que, a medida que la ciudad levante cabeza, el peso de las féminas en el colectivo de desempleados forzosos volverá a crecer.

El nuevo contexto laboral deja claro, además, que no es éste el momento más adecuado para salir del hogar familiar e independizarse. La gráfica de la edad de los desempleados dibuja en la actualidad una curva hacia abajo de lo más llamativa. El segmento de 25 a 34 años es el que concentra ahora mismo al mayor número de parados, 2.230 hombres y 1.886 mujeres, si bien en el caso de ellas es tan malo ser joven como peinar canas: el segmento en torno a los 50 años tiene parecida relevancia.

mejor con estudios Otro elemento que puede colocar a un vitoriano al borde del precipicio del paro es su curriculum estudiantil. Sólo uno de cada cuatro ciudadanos desempleados registrados en las oficinas del servicio público de empleo estatal cuenta con una carrera de formación profesional o universitaria. Por el contrario, se produce un predominio casi hegemónico de las titulaciones básicas. Tres de cada cuatro ostentan un nivel de ESO o inferior. Estos datos explican que la mayor parte de las personas desempleadas en la ciudad proceda de empleos de cualificación media o baja. La crisis económica se ha cebado con ellas.

Por sectores, el grupo más numeroso de los vitorianos que se han quedado en la calle (el 27% del total) proviene del ámbito de los servicios financieros, seguros, inmobiliarias y servicios a empresas. Le sigue, por volumen, el comercio y la hostelería, que aportan más del 21% del paro para un peso en el empleo del 18,4%, lo que en realidad indica que esta actividad -la segunda fuente de riqueza de Gasteiz- está más afectada que la media por la crisis.

El tercer grupo más abultado lo forman las personas que han trabajado en la industria manufacturera (un 19%) y el cuarto tiene por protagonista a la construcción, que aporta el 13,4% del desempleo para tan sólo el 8,2% de la afiliación. Sin la apuesta por la construcción de más VPO, su situación habría sido aún peor.

l Más paro. Desde 1997 (con unos 11.000 parados) hasta 2001, la curva del desempleo descendió de forma progresiva. De 2001 a 2007 se mantuvo constante, para dispararse entre 2008 y 2009 un 62%. En la actualidad, hay 13.957 personas de brazos cruzados.

l Sin distinción de sexos. En el actual marco de desempleo se da un equilibrio casi perfecto entre hombres y mujeres en paro: 6.910 frente a 7.047. Un empate insólito.

l Jóvenes. El desempleo afecta más a la gente joven, entre 25 y 34 años, aunque el segmento de los 50 también tiene relevancia. Los hombres presentan un perfil más joven que las mujeres.

l Con estudios básicos. Tres de cada cuatro personas desempleadas cuenta con un nivel de ESO o inferior. Sólo una de cada cuatro dispone de un título de FP o universitario.

l Baja cualificación. El grupo ocupacional de trabajadores sin cualificación forma el segmento más numeroso del desempleo en Vitoria (el 40% del total). Le sigue el de los servicios (15,6%), los trabajadores cualificados (13%), técnicos y profesionales de apoyo (8,6%) y administrativos (8,5%).

l Sector servicios. Las actividades económicas que más desempleo aportan en Vitoria son: servicios financieros, seguros, inmobiliarias y servicios a empresa (27% del total), comercio y hostelería (21%), industria (19%) y construcción (13,4%).