vitoria. El mejor amigo del hombre sigue provocando más de un quebradero de cabeza en Vitoria. El Ayuntamiento ha abierto este año 88 expedientes relacionados con malas prácticas en torno a los perros. Las razones principales, llevar a los llamados canes potencialmente peligrosos sin bozal o la pérdida de la mascota y posterior recogida en la perrera municipal. La cifra total de infracciones duplica los registros con los que se cerró 2008, aunque se mantiene la concienciación de los vecinos en torno a cuestiones como la limpieza de las deyecciones del animal o la instalación del microchip obligatorio.
La Policía Local refleja, en sus últimas estadísticas, el control especial que, a través del grupo de medio ambiente, salud y consumo dedica a la tenencia de animales en general y al cuidado canino en particular. Durante los dos ejercicios anteriores se realizaron en torno a 200 controles mediante los que se pudo vigilar a cerca de un millar de perros. Los aspectos a los que se presta más atención son la recogida de las heces de las mascotas, si portan el chip identificativo o si pasean con correa. Las dos primeras cuestiones, dos prácticas casi recientes, demuestran sin embargo una alta concienciación entre los dueños, puesto que en los últimos tres ejercicios nunca se han superado los diez casos en cada apartado. Cuestión aparte es la de echar el lazo al perro durante el paseo: en 2007 y 2008, por ejemplo, apenas se tramitaron seis y tres denuncias por no usar la correa, pero los agentes efectuaron 312 y 251 advertencias a los dueños por esta cuestión. En lo que va de 2009, así, la cifra de expedientes sancionadores ha llegado hasta los 13.
Los registros de este año del Centro de Protección Animal de la capital alavesa sitúan a la cabeza de las sanciones a los dueños que pasean a los llamados perros potencialmente peligrosos -son ciertas razas que por su tamaño y características físicas, como por ejemplo el rottweiler o el pit bull terrier, requieren de unos cuidados particulares para su paseo- sin bozal, con 18 casos, seguidos de los perros extraviados y después recogidos por los dueños en la perrera -16- y los expedientes sobre canes sometidos a condiciones especiales para su tenencia -16-. En menor medida, también se incluyen infracciones como la colocación de microchips a perros que no disponían de él -siete casos-, el maltrato animal -uno- o la posesión de un perro peligroso sin licencia -cinco casos-.
un apartado especial Este tipo de animales -que, de hecho, cuentan con estadísticas propias y diferenciadas del resto de perros en los registros municipales- copan las denuncias relacionadas al cuidado de perros, puesto que entre las faltas por carecer la licencia o no usar el bozal suman más de la mitad de las sanciones emitidas este año. En ejercicios anteriores, acaparaban más de siete de cada diez denuncias.
Pese a que Vitoria ha duplicado ya en 2009, y sin tener en cuenta los datos de las últimas jornadas del año, los expedientes en torno a los perros abiertos el año anterior, las cifras de infracciones distan de las registradas por ejemplo en 2006, cuando hubo 160 denuncias y se detectaron casi 450 infracciones.
En cualquier caso, los dueños de mascotas tendrán que estar especialmente al tanto de sus animales a partir del próximo 1 de enero pues, como ya adelantó este rotativo, una de las mayores subidas de tasas acordadas en el Consistorio afecta a la protección animal. Dejar un can en la perrera costará en 2010 en torno a 145 euros, una decisión que hace apenas tres ejercicios tenía un coste nulo. Tasas como éstas fomentan el temor, ya avivado durante la crisis, de que se generalicen los abandonos. En 2009, ha habido diez expedientes sancionadores por obviar el famoso eslogan de Él nunca lo haría.