Vitoria. El metro ligero muere al cruzar el puente de Abetxuko, a los pies del barrio. No era así como estaba escrito en el proyecto que en 2005 elaboró el Gobierno Vasco, el que el Ayuntamiento aprobó entonces por unanimidad, pero la presión liderada por la asociación de vecinos marcó la frontera. Cuatro años después, los políticos han decidido hacer valer su peso. Ayer, estas dos instituciones y la Diputación acordaron sacar del cajón aquel diseño, convencidos de que las razones que lo justificaron cuando se hizo "siguen siendo las mismas" y de que el trazado que contempla, llegar al centro atravesando la calle El Cristo, "es el mejor".

La reunión mantenida ayer por la comisión interinstitucional de seguimiento del tranvía no pudo ser más fructífera. Además de acordar la ampliación del recorrido del tranvía en Abetxuko, el consejero vasco de Transportes, Iñaki Arriola, se comprometió a iniciar "de inmediato" los trámites de licitación de las obras. Eso significa que en cuatro o cinco meses comenzarán los trabajos para adentrar el gusano eléctrico en el corazón del barrio. Los raíles se prolongarán por la calle de la Presa, donde se ubicará una parada, y subirán por El Cristo sin llegar a tocar la intersección con Iturrizabala. Ahí estará el segundo y último apeadero.

"Estamos muy satisfechos. El anterior gobierno cometió en su día el error al dejar el tranvía a las puertas de Abetxuko, y por fin se ha enmendado", alabaron desde el gabinete de Patxi Lazcoz. En el mismo tono se pronunció Arriola, quien dejó bien claro que plantearse ahora un trazado diferente al que se aprobó en el plan de alternativas de 2005 conllevaría "un retraso de dos o tres años para la obra, puesto que habría que hacer un nuevo estudio informativo y un estudio de impacto ambiental". Y, por tanto, "los vecinos se verían gravemente perjudicados en su demanda de tener un servicio público moderno, sostenible y conectado con el resto de la ciudad".

Fue ésa la manera de dar el portazo a propuestas como la que presentó la semana pasada el grupo municipal del PNV, según la cual el metro ligero realizaría un recorrido circular por buena parte del barrio, continuando por El Cristo y pasando por la calle Los Nogales para volver a La Ribera. "Ni siquiera el alcalde se la ha presentado al Gobierno Vasco", lamentó la formación nacionalista, que volvió a pedir la creación de un grupo político-técnico para realizar un seguimiento del tranvía desde el Ayuntamiento y estudiar la viabilidad de su planteamiento, o de otros.

El PNV no está solo. La petición es, en realidad, la de toda la oposición, que en abril unió sus votos en el Pleno para solicitarle al alcalde que "dejara de hacer propuestas unilaterales" sobre los futuros ramales.