La alta demanda y los beneficios del uso del vidrio como actitud medioambientalmente responsable asientan las bases de una idea: el vidrio es el material del futuro.
La Asamblea General de Naciones Unidas declaró 2022 como el Año Internacional del Vidrio y lo convirtió en el primer material en disfrutar de una celebración así. Con este reconocimiento, la ONU pone de manifiesto el impacto positivo que este material tiene en la sociedad, en nuestra vida diaria y en el planeta.
La emergencia climática requiere de medidas y soluciones fuertes, que impulsen la economía circular y garanticen la transición ecológica. Ecovidrio explica que gracias a virtudes como la transparencia, la versatilidad, la maleabilidad, la homogeneidad o su reciclabilidad, el vidrio puede ser considerado un supermaterial, que permitirá revolucionar los procesos industriales constructivos.
En este sentido, desde el territorio alavés tenemos una gran cuota de responsabilidad. Vidrala trabaja un producto, el vidrio, gran impulsor de la economía circular. El vidrio se puede reciclar tantas veces como se desee. Se fabrica, se rellena, se utiliza, se recoge y se trata para volver a entrar en el circuito con plenas garantías. Un ciclo virtuoso que reduce de una vez el consumo energético, el uso de materias primas, el número de emisiones de CO2 y de gases de efecto invernadero y los costes de gestión de residuos.
A nivel de industria, la responsabilidad también es alta. Desde Vidrala hemos anunciado la validación de los Science-Based Targets más ambiciosos de la industria y el objetivo de crear los primeros envases de vidrio cero emisiones. Vidrala cuenta con un plan orientado a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero para convertirse, en 2030, en la empresa de vidrio más sostenible del mundo.
La sociedad reclama materiales reciclables de verdad. Durante 2021, la demanda del vidrio aumentó a niveles nunca vistos. De acuerdo con la Federación Europea de Fabricantes de envases de Vidrio (FEVE, por sus siglas en inglés) el volumen de producción industrial de envases de vidrio para el sector de la alimentación y bebidas experimentó un fuerte aumento del 5% en 2021 en comparación con las cifras de 2020. Estos son datos que reflejan una tendencia al alza y ponen al vidrio en primera línea de la lucha contra el cambio climático y como oportunidad para la economía europea y nacional.
Si analizamos la industria, vemos que además de su papel en la transición, se trata de un sector con un impacto muy positivo en la actividad económica del país generando empleo estable y de calidad, con un 93% de contratación indefinida, de acuerdo a Vidrio España. El vidrio adopta cada vez mayor relevancia para la economía de algunas comunidades como Euskadi, que encabeza este sector en nuestro país con tres grandes empresas que en 2020 acumularon un volumen de negocio anual de 684 millones de euros, lo que representó un 31,5% del total de la comunidad y una cuota del mercado estatal del 36%, según el estudio El packaging, motor de innovación de las industrias de Hispack.
El crecimiento económico de la industria vidriera es parte del camino hacia la transición energética. Debemos seguir concienciados de la necesidad del uso de materiales reutilizables y 100% reciclables, con el fin de acelerar el proceso de transición ecológica a nivel global. Este objetivo solo pasará por apostar por el uso del vidrio. Para ello, debe existir un compromiso real por parte de las administraciones públicas y por el ámbito privado, identificando materiales amigables con el medio ambiente.
En un mundo con un futuro más sostenible, el uso del vidrio es clave por su larga vida. Solo en 2020, en Europa la tasa media de recogida de envases de vidrio para reciclaje fue del 80%, una cifra nunca vista hasta el momento según FEVE. Este porcentaje se ha alcanzado gracias a acciones como la creación en 2020 de la plataforma europea Close the Glass Loop, cuya misión pasa por unir la cadena de valor de la recogida y el reciclado de vidrio. Esta plataforma busca alcanzar objetivos cruciales como llegar a un 90% de recogida de envases de vidrio usados en la UE para 2030.
En el caso de España, Ecovidrio reveló que el pasado ejercicio se reciclaron más de 950 mil toneladas de envases de vidrio. En ese periodo Euskadi se posicionó como segunda Comunidad Autónoma con mayor tasa de reciclaje de vidrio por habitante, por detrás de las Islas Baleares y por delante de La Rioja.
Con los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) como base de la estrategia de la industria vidriera, esta ha logrado reducir en España un 11,4% sus emisiones de CO2 por cada tonelada producida desde 2014. Se trata de un sector que invierte en disminuir la intensidad energética en su proceso de producción como parte de sus objetivos prioritarios y pretende lograr un futuro pionero en cuanto a materiales sostenibles. Gracias a estos esfuerzos el sector ha logrado reducir el consumo energético un 8% en los últimos cinco años, según Vidrio España. Sabiendo que esto no es suficiente, impulsa además iniciativas como el proyecto Horno del Futuro desarrollado por FEVE que impulsa la investigación del primer horno híbrido de oxicombustión a gran escala que funcionará con un 80% de energía renovable.
El País Vasco es la segunda comunidad autónoma que más envases de vidrio recicla, acumulando cerca de 62.326 toneladas de residuos de envases de vidrio en 2021, es decir, 28,2 kg por habitante. En ese mismo año, Euskadi evitó la emisión de CO2 equivalente a retirar 17.000 coches de la circulación durante un año y se consiguió ahorrar 44.900 Mwh de energía, según Ecovidrio. Cada esfuerzo que hacemos tendrá un impacto en nuestro liderazgo social, medioambiental y económico, y eso, nos permitirá posicionarnos como región estratégica en el plan económico y sostenible.
Estos datos demuestran el compromiso que tiene la comunidad vasca con el medioambiente. La ciudadanía, los organismos públicos y las empresas de esta región somos muy conscientes de la necesidad de establecer un modelo de negocio sostenible en nuestra actividad diaria y buscamos constantemente recursos adicionales para combatir la emisión de CO2 y la generación de residuos.
Nos encontramos en un momento de transición sostenible en el que el apoyo y visibilidad a industrias como la vidriera es más relevante que nunca, ya que esta permitirá, por un lado, impulsar la economía, y por el otro, acelerar el camino hacia su descarbonización. Por ello, la industria vidriera juega un papel fundamental en la actualidad, por su potencial para garantizar un futuro verde y su contribución a la economía regional, nacional y europea.