En pocos meses, va a concluir una legislatura impredecible y con dos crisis que han sacudido nuestras vidas y marcado un antes y un después.

Este gobierno foral ha ido adoptando medidas de choque con liderazgo, rapidez y colaboración, en una escucha permanente con la sociedad que da más sentido y fortalece nuestra gestión. Seguiremos en esa escucha activa. Es la manera de acertar.

Nos enfrentamos a tres grandes transformaciones: una económica muy ligada a la innovación y la digitalización, otra ecológica y una tercera sobre los nuevos cuidados. Y nuestro cometido es ser capaces de afrontarlas y de convertirlas en nichos de oportunidad para Álava.

En este sentido, la colaboración público-privada y la colaboración interinstitucional están siendo claves en el desarrollo de Álava. Destaco alguno de los frutos de esa colaboración durante este último año como el Plan de Inversiones Estratégicas de Euskadi 2022-2024, que garantiza para Álava inversiones tan importantes como la Fábrica de baterías BasqueVolt o el Centro de Fabricación Avanzada de la Automoción, entre otros. Me refiero también al acuerdo interinstitucional que está permitiendo ya acelerar la llegada soterrada de la alta velocidad y que contempla la encomienda gestión atendiendo a nuestras demandas. Cito asimismo, entre otros muchos, el Memorándum suscrito entre Mercedes-Benz, el Gobierno Vasco y la Diputación Foral de Álava para trabajar conjuntamente en los ámbitos de la electrificación, la digitalización y la sostenibilidad, que se está concretando ya en la definición del Centro de Fabricación Avanzada y que se ha constituido en un elemento clave para el desarrollo de la ampliación de la planta de Vitoria-Gasteiz. Y no quiero olvidar el acuerdo para el desarrollo del Plan de Actuación Inmediata de Aiaraldea, con una inversión de más de 28 millones de euros que se complementa con el Plan Estratégico Comarcal que está en fase de elaboración.

Por tanto, es verdad que hay incertidumbre, que hay dificultades, pero también que Álava avanza, que hay nuevas inversiones, que tenemos un tejido productivo fuerte y la capacidad de atajar las crisis como hemos demostrado cada vez que hemos afrontado una.

De hecho, este último año ha sido un año de crecimiento económico importante en Álava. Y estoy convencido de que seguiremos creciendo y, como decía al inicio, también seguiremos protegiendo a empresas, a autónomos y a las familias. Para ello, hemos utilizado la fiscalidad y otras fórmulas, todas las que sean posibles.

Seguiremos poniendo en marcha las medidas y ayudas que sean necesarias para proteger a la ciudadanía y lo haremos con liderazgo. Nuestra primera preocupación son las personas y las familias a las que la situación económica les está causando un gran quebranto. Las medidas adoptadas y las que pondremos en marcha están pensadas fundamentalmente para ellos y ellas. Nuestro primer objetivo es protegerles. Ese es también el primer objetivo del presupuesto del año 2023 que pronto presentaremos.

Mi mensaje es de esperanza. Álava es más atractiva que nunca. Se diversifica y tiene claro el camino a seguir. Las nuevas empresas instaladas, la potencia de nuestra logística, de nuestra industria, el talento y la innovación están dibujando un prometedor futuro. Son proyectos y compromisos que ven la luz gracias a un trabajo conjunto con otras instituciones, con la sociedad y con una hoja de ruta muy clara: mejorar la calidad de vida de los alaveses y alavesas en un territorio que avanza.

En ello vamos a seguir: con liderazgo, con ambición y con ilusión.