- Cristina Garrido, madre de una de las 90 personas asesinadas en la sala Bataclan, un ingeniero español de 29 años, tiene intención de declarar en el juicio que se celebra en París para que los acusados sepan la pérdida que ha sufrido y que lo único que han conseguido es destrozar a las familias de las víctimas.

Garrido explicó que cuando preste declaración en octubre hablará para el Tribunal de lo Criminal de París donde se inició el proceso el miércoles, pero sobre todo "a los asesinos para decirles que no creo que Alá diga que haya que matar a personas inocentes".

"Si ellos son tan religiosos y tan creyentes, les deseo que nunca alcancen la paz", añadió.

Espera en particular que le escuche el principal de los veinte acusados, Salah Abdeslam, el único superviviente de los miembros de los comandos que perpetraron los atentados de París y Saint Denis del 13 de noviembre de 2015, en los que fueron asesinadas 130 personas y más de 400 resultaron heridas.

Se trata de que "sepa lo que nos ha hecho perder", su hijo Juan Alberto González Garrido, que tenía 29 años y había acudido aquella noche junto a su esposa y a un amigo de trabajo al concierto del grupo de rock Eagles of Death Metal en el Bataclan.

Está muy dolida con las declaraciones de Abdeslam en las primeras jornadas del juicio, en las que además de hacer invocaciones a Alá ha reivindicado su pertenencia al Estado Islámico y se ha quejado del régimen de detención en los más de cinco años que lleva en la cárcel.

"Espero la cadena perpetua, que no salga en lo que le queda de vida de prisión", dijo esta madre, resignada porque del juicio no espera "ninguna reparación del daño que me han causado" porque no se puede devolver a su hijo a la vida.

Además, quiere que los medios de comunicación no den voz al terrorista Salah Abdeslam, que durante cinco años "no se ha dignado" en hablar a los jueces instructores que trabajaban en la investigación y ahora "lo que está buscando es provocarnos con sus declaraciones".