- La Comisión Europea ha enviado cartas a todos los Estados miembros de la UE en la que pide que se respete el compromiso de coordinar con el resto de socios las restricciones de movilidad como medida para detener la propagación del virus a raíz de las medidas unilaterales adoptadas recientemente por Alemania y Bélgica.

La misiva ha sido dirigida a todas las capitales con la intención de recordar que la recomendación adoptada por los Veintisiete debe ser la “brújula que guíe todas sus acciones”. Además, el asunto ha sido incluido en la reunión que el próximo martes tendrán los ministros o secretarios de Estado para la UE de los países del bloque.

“Aunque consideramos que los Estados miembros deben desincentivar firmemente los viajes no esenciales a zonas que estén en rojo oscuro, se debe evitar el cierre de fronteras o las prohibiciones de viaje unilaterales”, defendió el portavoz de Justicia del Ejecutivo comunitario, Christian Wigand. Sin nombrar específicamente a Bélgica y Alemania, Wigand señaló que Bruselas está estudiando medidas introducidas por algunos gobiernos que generan “preocupación”, al tiempo que advirtió de que un enfoque descoordinado podría provocar “fragmentación” dentro del bloque.

Preguntado por las razones que han llevado a la Comisión Europea a mandar la carta a los Veintisiete y no únicamente a estos dos países, el portavoz contestó que sería una “simplificación” hablar únicamente de Alemania y Bélgica.

En cualquier caso, Wigand recordó que el Ejecutivo comunitario ha contactado tanto con las autoridades belgas como con las alemanas para obtener “aclaraciones” sobre las medidas que ambos países han adoptado en el marco de la tercera ola de contagios del coronavirus.

Con respecto a Bélgica, el equipo del comisario de Justicia Didier Reynders ha mantenido contactos con el gabinete del primer ministro Alexander De Croo en busca de explicaciones adicionales sobre la prohibición de viajes “no esenciales” hasta el 1 de abril, en particular “con respecto a la cuestión de proporcionalidad”.

El caso de Alemania es “un poco diferente” porque se trata de “medidas distintas”. En este caso, el Ejecutivo comunitario quiere garantizar que las restricciones no generan trastornos en el suministro de bienes o impiden la libre circulación de trabajadores fronterizos. Berlín, en concreto, ha endurecido las normas de entrada al país para viajeros procedentes de Austria, República Checa y Eslovaquia por el avance de la variante británica en estos países.

Ayer, primer día laborable desde la entrada en vigor de las restricciones, se produjeron atascos kilométricos en la frontera con República Checa y con Austria y se vetó la entrada de hasta 5.000 personas hasta mediodía, una por segundo. El Ministerio del Interior alemán explicó que se realizaron controles a unas 10.000 personas y que aproximadamente a la mitad se les denegó la entrada.

Incluso quienes sí pudieron entrar en Alemania tuvieron que esperar más de una hora en algunos cruces fronterizos. Las autoridades checas aprovecharon para realizar igualmente pruebas rápidas de covid a los conductores de camiones, ya que las autoridades alemanas exigen una prueba negativa reciente para acceder al país.

Según las nuevas restricciones, solo los alemanes y los extranjeros con permiso de residencia en Alemania, los temporeros agrarios y los trabajadores sanitarios pueden entrar desde Austria y República Checa en Alemania, aunque se contemplan excepciones por motivos familiares o personas con contrato en sectores vitales.

Espacio Schengen. Tanto Alemania como Bélgica, que han limitado la libre circulación dentro de la zona Schengen y han aumentado el control fronterizo terrestre con aquellos países que registran una mayor incidencia de las nuevas variantes del covid.

Críticas de Austria. Austria ha criticado las medidas alemanas, considerando que ya quedó demostrado que este tipo de pasos no son efectivos a nivel sanitario y tienen graves repercusiones económicas y sociales.

El portavoz del Gobierno alemán, Steffen Seibert, defendió la decisión para mantener la “evolución positiva” de la pandemia en Alemania y subrayó que no se trata de un cierre fronterizo, sino de “controles temporales”.