Avanzan los esfuerzos por la legalización del cannabis. El grupo Representación Cannábica de Navarra (RCN-NOK) se conformó ayer como partido político de ámbito nacional y europeo al reconvertirse en el Partido Cannábico Luz Verde, en una asamblea donde participaron varios afiliados del grupo, tanto de forma presencial como telemática. Mediante esta iniciativa la agrupación tiene la intención de concurrir en todas las circunscripciones y pueblos de España en las elecciones de 2023, para poder presentar una ley integral del cannabis adulto para todos los usos en el congreso de los diputados.

El partido está formado por diversos activistas de toda España, cerca de 100 personas entre simpatizantes y afiliados. La dirigente del mismo es la histórica activista cannábica de 83 años Fernanda de la Figuera, conocida como "la abuela marihuana", la primera cultivadora legal de cannabis en España, algo de lo que dice estar "muy orgullosa".

La presidenta explicó que "está harta" de pedir lo mismo después de cuarenta años y que "parece mentira que siendo tan vieja tenga que seguir en esto". A la junta directiva escogida ayer se suma como vicepresidente Fermín Les, el anterior presidente del grupo navarro. En la asamblea se votó también la renovación de los Estatutos, así como el cambio de nombre, logo y sede.

En una declaración de intenciones se leyó un manifiesto que denunciaba, entre otros aspectos, que miles de pacientes que usan el cannabis de manera medicinal "vean privados el acceso a su medicina y a una distribución legal y segura", volviendo a dejar a los pacientes en manos del mercado negro.

También se criticó el colapso de los juzgados por juicios pendientes relacionados con el cannabis, así como la entrada en prisión de los activistas cannábicos Albert Tiró y Victor Segués por ser directivos de asociaciones, además de reclamar que los fondos para esta "persecución policial" vayan destinados hacia fines sociales y la lucha contra el crimen organizado.

De igual forma, el grupo denuncia "un desprecio total" a los estudios científicos que demuestran las propiedades terapéuticas del cannabis, alegando falta de evidencias científicas, así como a los estudios que arrojan cifras de beneficios para la sociedad en escenarios de regulación.

Asimismo, el manuscrito abogaba por la regularización y despenalización tanto del consumo como del cultivo, para "hacer emerger un nuevo sector, como ya está sucediendo a nivel global, consiguiendo posicionarnos y lograr beneficios sociales en la salida de la crisis". Luz verde reclamó una representación democrática que "escuche más a la ciudadanía y no solo a los partidos", ya que, según una encuesta del CIS, el 90,1% de la población española es partidaria de la legalización del cannabis para uso medicinal y el 49,7% para uso adulto.