- El Govern balear formalizó ante el Tribunal Superior de Justicia de Baleares el recurso de apelación contra la resolución del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 3 de Palma que tumbó el confinamiento forzoso de los estudiantes del macrobrote asociado a viajes de fin de curso a las islas.

El Govern defiende que tanto el cribado general como el confinamiento de los jóvenes reunía los criterios de “proporcionalidad, necesidad e idoneidad” y que fue “acertado”.

Según la consellera de Presidencia, Función Pública e Igualdad, Mercedes Garrido, “se acreditaba la existencia de un macrobrote que afectaba a numerosas comunidades con una elevada tasa de incidencia”, antes de añadir que “el grave riesgo para la salud pública estaba acreditado”. La consellera insistió en que, en conjunto, la tasa de positividad que alcanzó el macrobrote fue superior al 40%, “una tasa nunca vista”.

El macrobrote afectó a más de 4.000 personas de todo el país y más de 8.000 personas en doce comunidades autónomas tuvieron que aislarse. Unos 200 jóvenes fueron confinados en un hotel medicalizado en Palma, ya vaciado, pero el 30 de junio el Juzgado tumbó esa medida al entender que el Govern no había acreditado que estas personas fueran contactos estrechos de casos positivos.