El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha reconocido este viernes que el control de la pandemia del covid-19 no va a ser "fácil", y ha asegurado que el objetivo de su Gobierno es continuar con el proceso de vacunación y bajar la tasa de incidencia en 14 días por cada 100.000 habitantes hasta los 60 casos.

En respuesta a una pregunta del parlamentario del PNV Luis Javier Tellería sobre la situación de la pandemia de la covid-19 durante el primer pleno de control del Parlamento Vasco de este año, Urkullu ha elogiado el esfuerzo de la sociedad ante esta pandemia y ha hecho un llamamiento para que se sigan cumpliendo todas las medidas.

Ha asegurado que la gestión de la crisis en Euskadi ha evitado el confinamiento domiciliario, el colapso sanitario, el cierre de los centros educativos y el coma económico, además de sentar las bases para ayudar a los sectores más perjudicados.

El lehendakari ha reconocido que de cara los próximos meses hay dos variables que van a condicionar la evolución de la pandemia: una negativa por las mutaciones del virus, la que surgió en el Reino Unido y "otras que se pueden importar", y una positiva, que es el proceso de vacunación, aunque aún hay "muchas dudas" sobre la capacidad de distribución y producción.

"La vacunación es la base fundamental de lucha contra la pandemia. Lo es y lo será", ha subrayado tras insistir en que la estrategia es la misma para Europa, para el Estado español y para Euskadi, que ahora mismo está condicionada por la escasez de viales.

Ha asegurado que vacunar a las personas más vulnerables y expuestas va a suponer un "alivio" para el sistema hospitalario y principalmente para las camas ucis, además de una reducción de la mortalidad entre estos colectivos.

El objetivo que se ha marcado su Gobierno, ha señalado, es en primer lugar situar la tasa de incidencia por debajo de los 500 casos por 100.000 habitantes y en segundo lugar bajar este indicador hasta los 60 casos.

Ha expuesto que Euskadi "cumplirá con sus objetivos de vacunación" y ha explicado que hasta el momento se han inoculado 50.000 dosis cumpliendo con las prioridades recogidas en los protocolos y con "solo dos irregularidades graves", en referencia a los exdirectores de Santa Marina, José Luis Sabas y Basurto, Eduardo Maiz, que ya no están en sus cargos.