- Con la desescalada entrando en la recta final, Euskadi y Cantabria persisten en su propósito de permeabilizar sus fronteras terrestres desde este próximo lunes para recuperar actividad y ganar músculo. Ni siquiera el rebrote de covid-19 registrado y controlado en hospitales vascos ha sido un frenazo a las aspiraciones de ambas comunidades limítrofes para compartir flujos circulatorios tres meses después de la declaración del estado de alarma. No parece, sin embargo, que ese mismo espíritu impere en Nafarroa y La Rioja, destino también de muchas personas de la CAV.

Ambas administraciones, con gobiernos presididos por el PSOE, se muestran reticentes a abrir el día 15 los tránsitos y más favorables a retrasar esa medida de recuperación hasta el día 21, fecha en la que concluiría la fase 3. Ambos gobiernos respaldan así la hoja de ruta marcada desde Moncloa. Los riojanos calificaron de “prematura” la reconexión con Euskadi y los navarros apelaban a la “prudencia” antes de adoptar cualquier decisión y fijaron su horizonte de nueva normalidad en ese día 21, tal y como la presidenta María Chivite le trasladó al lehendakari Iñigo Urkullu, durante una conversación mantenida ayer mismo, según pudo saber DNA.

Vascos y cántabros, por contra, decidirán hoy si reabren el tráfico rodado, y lo harán compatibilizando criterios sanitarios, de seguridad y económicos. Miguel Ángel Revilla, presidente de Cantabria, indicó que el rebrote de Basurto “no es un inconveniente”, al tiempo que subrayaba que “vamos a hacerlo meditadamente en función de los informes que me dé Sanidad y de acuerdo también con el lehendakari”. Una idea secundada por Urkullu, quien animó a navarros y riojanos a sumarse a la iniciativa.