BILBAO. La plataforma "Zero Zabor Bizkaian", que agrupa a 40 organizaciones ecologistas, sindicales y sociales de Euskadi, ha denunciado que el derrumbe del vertedero de Zaldibar "no es un accidente sino la consecuencia fatal del modelo de gestión de residuos del Gobierno Vasco y Diputación Foral de Bizkaia" y de su falta de control. También han pedido la gestión pública de los residuos, un nuevo plan de gestión y dotar de "más recursos" al Departamento de Medio Ambiente, cuyo área de residuos cuenta con "escasos medios para afrontar la adecuada y necesaria tarea de control".

El colectivo ecologista se ha concentrado este jueves ante la sede del Gobierno Vasco en Bilbao, donde tres de sus portavoces han leído un comunicado con su visión de lo ocurrido tras el derrumbe del vertedero de Zaldibar, donde permanecen desaparecidos entre los restos, dos semanas después, dos de sus trabajadores.

La plataforma ha criticado al Gobierno Vasco, al que acusa de "falta de control" sobre la actividad del vertedero y de, una vez ocurrido el derrumbe, "estar continuamente improvisando, incluso para el plan de emergencias".

Desde su punto de vista, se ha demostrado una vez más que no se ponen los esfuerzos suficientes para velar por la seguridad de este tipo de instalaciones porque, en la base de esta situación se encuentra el carácter privado de la gestión de los vertederos que, en la búsqueda del máximo beneficio económico, eliminan las garantías necesarias de seguridad de los mismos".

Para Zero Zabor, "una vez más, vuelven a repetirse incidentes e irregularidades graves que se suman al reciente caso de los incendios en el vertedero de Zalla, aún sin aclarar, mientras aparecen nuevos, como el sospechoso anuncio de cierre del vertedero de Mutiloa, en plena crisis de Zaldibar o del vertedero Gardelegi de Vitoria-Gasteiz, que durante años ha vertido lindano a las aguas del Zadorra".

El colectivo acusa directamente al Gobierno Vasco de lo ocurrido porque, aunque el vertedero esté gestionado por Verter Recycling 2002, "es el responsable del control de la actividad y de hacer cumplir la normativa y, sin embargo, aún siendo el mayor vertedero del País Vasco, presentaba muy graves irregularidades".

FALTA DE PREVISIÓN.

En este punto han acusado de "falta de previsión" tanto "al Gobierno como al resto de Administraciones públicas para afrontar la emergencia producida por el derrumbamiento, tanto en los primeros momentos para acceder al rescate de los trabajadores sepultados, que se hizo sin las medidas de protección adecuadas, como posteriormente, cuando no advirtió adecuadamente a la población de la contaminación existente por dioxinas y furanos, previsible al estar quemándose plásticos y otros materiales como amianto".

La plataforma ecologista cree también que lo ocurrido "ha sido consecuencia del 'abandono' que sufre Medio Ambiente, en particular el área de residuos, con escasos medios y recursos para afrontar la tarea de control necesaria que un servicio público como los vertederos requiere".

En su opinión, en el año de la declaración de la Emergencia Climática, los residuos "requieren algo más que declaraciones grandilocuentes" porque el Departamento hasta ahora ha sido una 'maría' en cuanto presupuestos porque no se le ha dado la importancia que se tiene que dar al medio ambiente, empezando por una cantidad insuficiente de inspectores a la que se requiere".

Para el colectivo, lo sucedido en Zaldibar pone a esta sociedad "frente al problema de los residuos y demuestra la necesidad de un cambio en el modelo de gestión de residuos que habrá que afrontar con urgencia". Más si cabe, han añadido, teniendo en cuenta que el territorio histórico de Bizkaia se rige por un Plan Integral de Gestión de Residuos Urbanos "finalizado en 2016 y prorrogado desde entonces", por lo que "urge, en ese sentido un nuevo Plan, elaborado de forma transparente y participación democrática".

EMPLAZAMIENTO INADECUADO.

En cuanto al emplazamiento donde se ubicó el vertedero, el colectivo ha desvelado que, en opinión de expertos en geotecnia, "no era adecuado debido a su pendiente excesiva sobre una autopista de tráfico constante, y un emplazamiento próximo a poblaciones", lo que lleva a "reflexionar sobre la forma en que se conceden los permisos para este tipo de instalaciones".

Una de sus portavoces, Miren Basaldua, ha afirmado que "la realidad es que ni el propio Gobierno Vasco sabía lo que había ahí depositado porque no estaba hecha la caracterización de los residuos, ya que parece que hacían lo que querían, porque un negocio privado es lo que tiene, que hay que sacar el máximo beneficio. Por eso pedimos control y servicio público y que los vertederos no se conviertan en negocios privados".

Para otro de sus representantes, Javier Vazquez, "se está improvisando continuamente porque no hay plan de gestión y lo que ha pasado en Zaldibar es la punta del iceberg y el botón de muestra de esta problemática, que ahora se visibiliza".

Para empezar, ha proseguido, "lo primero que hay que hacer es auditar todos los municipios que tienen un vertedero y comprobar si las licencias son adecuadas y se ajustan a lo marcado y a lo que se está haciendo" porque, desde el punto de vista de la plataforma, tras lo ocurrido, y "mejor o peor gestionados, hoy están todos en cuestión y eso hay que mirarlo desde un plan de gestión que ahora no existe porque hasta para las emergencias se está continuamente improvisando".

Vázquez ha denunciado que en el caso de Zaldibar "no hay dirección de orquesta y cada elemento en esta crisis ha funcionado como puede, cuando, además ha afirmado que tienen "fundadas sospechas de que había tránsito de sustancias peligrosas como el lindano, algo que combinado con fuego genera un gas mortal".

Igualmente ha indicado que no se trata de "informar para decir que se está haciendo algo ni para presumir que se es claros y transparentes, sino para que la gente esté informada, y eso requiere una dirección que tiene que ser desde el gobierno en coordinación con los órganos que ya están creados, como URA, Ihobe o el departamento, que no están ahí para cobrar sino para actuar y para que los errores del pasado no se vuelvan a cometer, lo que ha pasado, ya está, pero que no nos vuelva a pasar".

Finalmente, 'Txapu' Martín ha pedido que se diga que lo que se ha caído no ha sido "el monte, lo que se ha caído es el vertedero, que estaba lleno con unas cantidades que se tenían que haber alcanzado, según los cálculos conocidos dentro de 25 años".

Sin embargo, ha denunciado, lo que ha ocurrido es que "han metido unas cantidades excesivas, lo que significa que el proceso de compactación también es defectuoso porque se pensó el vertedero como un negocio para que, cuantos más restos, mejor, y eso está en la base de lo que ha ocurrido porque cualquier cosa valía y sin ningún control".

También ha remarcado que desde el Gobierno Vasco se ha dicho que lo ocurrido es responsabilidad de una empresa privada y "eso no es solo así, porque se trata de la salud, y cuando Urkullu dijo que asumía sus errores, no dijo sin embargo cuáles eran esos errores que dicen que han cometido".

Entre sus exigencias, han reclamado que se aclaren "sin dilación las causas del derrumbe, la caracterización de los residuos y su origen; que se informe detalladamente de su próximo destino y total transparencia e inmediatez de la información sobre la contaminación de aire, agua y suelos provocada a raíz del derrumbamiento del vertedero de Zaldibar con información clara, veraz y transparente".