pamplona - La Asociación de Niños y Niñas Abusadas ha cuantificado en "cientos" los "delitos de pederastia cometidos en instituciones religiosas en Nafarroa" en la segunda mitad del siglo XX y lamenta la "doble victimización" sufrida, primero por ser víctimas de estos hechos y después por el "silencio" que los ha cubierto.

Así lo señalaron ayer representantes de la asociación, integrada por víctimas de abusos sexuales en centros religiosos de Nafarroa, en una comparecencia en el Parlamento foral en la que decribieron el periplo de actuaciones iniciadas hace un año con la denuncia de sus casos tanto ante la Iglesia como ante los tribunales y la prensa, una publicidad que ha hecho aflorar hasta 30 denuncias.

Ante ello, afearon la actitud "decepcionante" de los responsables de la Iglesia que han "eludido su responsabilidad" por entender prescrito el posible delito o haber muerto sus supuestos abusadores, profesores entre los años 50 y 90 en colegios de Navarra. "No somos personas antiiglesia, ni queremos dinero para que no continuemos en la denuncia", dijo contundente uno de los socios, Marcos Leyún, quien señaló que el objetivo de la asociación es "buscar la verdad mediante la denuncia de los abusos de pederastia ya prescritos o no" e "impulsar a la justicia, tanto canónica como civil, a la investigación y esclarecimiento de los abusos a menores". También exigió la "reparación para las víctimas mediante la no prescripción en atención a la gravedad del delito" y la persecución del "encubrimiento tan frecuente", y abogó por "evitar la doble victimización de los abusados por parte de los victimarios y sus instituciones, organismos o personas que desvirtúen, ataquen o menosprecien nuestras denuncias como víctimas de abusos". Estas han sido las conclusiones de una sesión en la que intervinieron varios socios, que se remitieron a los hechos ya descritos en una comparecencia a puerta cerrada celebrada en octubre en la Cámara foral, y que se unifica por los abusos sexuales sufridos por alumnos menores de edad, sobre todo varones pero también mujeres.

José Luis Pérez denunció el "trato nada cercano" recibido por parte del Arzobispado de Pamplona ante sus reclamaciones y, emocionado al recordar el apoyo de su familia, tuvo palabras para la familia de su abusador, a la que ha enviado "un abrazo" al ponerse en su lugar. También valoró la creación de la asociación por la "comprensión y alivio" sentidos al compartir con otras víctimas su situación "silenciada durante tantos años", que en su momento no manifestaron porque no entendían qué ocurría, ya que "la inocencia de un niño violado o abusado sexualmente hacía que no se pudiera expresar lo que no se conocía". Javier Azpilicueta explicó que han puesto denuncia judicial, pero "el resultado en todos los casos es el sobreseimiento por muerte del pederasta o por superar el tiempo transcurrido al de la prescripción del delito".

Vía de denuncia En cuanto a la vía de denuncia ante la Iglesia, explicó que fue el obispo auxiliar quien respondió a su primera carta, en la que "eludía su responsabilidad descargándola sobre las congregaciones religiosas", y advertía del fallecimiento de algunos acusados, por lo que su "nivel de confianza en los órganos eclesiásticos es mínimo". Con ello, "a pesar de lo que consideramos una buena intención por parte del papa Francisco respecto a la lucha contra la lacra de los abusos, creemos que son demasiados los filtros de poderes inferiores eclesiásticos para que se resuelva el problema". Jesús Zudaire, presidente de la asociación, señaló que "la denuncia canónica en la situación actual es un camino ineficaz para nuestros casos". - Efe