Oyarzabal se muestra “mucho más optimista” de cara a la cita electoral que en los últimos comicios, en los que el PP tocó fondo con solo ocho junteros –por los 17 del PNV–, y le otorga un “no presentado” al gobierno foral.

Ha vivido ya muchas campañas electorales. ¿Qué está tiendo esta de diferente para usted?

Que somos mucho más optimistas y tenemos una expectativa mucho mayor que en 2019. El PP ha cambiado mucho. Entonces nos presentamos a las elecciones con el partido en su peor momento, tras haber perdido el escaño por Álava en las generales. Ahora, con Feijóo en la dirección nacional, el PP ha asumido una posición que casa mucho más con el sentir de las personas que nos dieron su apoyo en su momento en Vitoria y Álava. Un partido centrado, más moderado, mucho más pegado al terreno y con un perfil autonomista.

Según el sondeo de EITB Focus, es el candidato más conocido, pero también el menos valorado. ¿Le preocupa?

No me preocupa (ríe). Estoy muy contento, porque ser más conocido que el diputado general dice mucho de lo que ha hecho estos años. Es de nota. Pero, lógicamente, hay mucha gente que cuando ve PP en estas encuestas te ponen un cero. Ya lo sabemos. En cambio, nuestra gente cuando valora a los demás les pone un 3 o un 4. Eso sube la media (ríe). Hay que estar relajado con eso. Yo me quedo con la gente valiente que, a pesar de las dificultades, ha confiado tantas veces en nosotros y lo va a seguir haciendo ahora.

Y hablando de notas, ¿cuál le pone al gobierno foral?

Un no presentado. Ha estado ausente de los problemas. Hemos visto a un diputado general incapaz de liderar ningún proyecto. Todo se ha quedado en el cajón, aunque le salga el dinero por las orejas. En el Ayuntamiento de Vitoria será un muy deficiente.

Ha pasado por el Ayuntamiento, las Juntas y el Parlamento Vasco e incluso dio el salto al Senado en 2016. ¿Satisfecho de haber vuelto a la política foral?

Mucho salto no di, porque volvía cada semana (ríe). Pero estoy muy contento porque mi vocación política siempre ha sido la defensa de Álava. Me considero una persona alavesista por encima de las siglas.