Este encuentro con las cinco candidatas a la Alcaldía de Vitoria comienza bajo la mirada de la estatua de Ken Follett. El autor de Los pilares de la Tierra contempla desde su atalaya de la plaza de las Burullerías las primeras instantáneas junto a las campanas de la Catedral Santa María. La lluvia que amenazaba mientras han ido llegando a la cita con DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA las cinco alcaldables se ha hecho presente al fin en Vitoria, pero Beatriz Artolazabal (PNV), Maider Etxebarria (PSE), Rocio Vitero (EH Bildu), Ainhoa Domaica (PP) y Garbiñe Ruiz (Elkarrekin) posan con una sonrisa.
De la modernidad del innovador Abierto por Obras a la historia más antigua de la ciudad, la Catedral Santa María puede ser un perfecto compendio de la evolución de Vitoria y por ello también un escenario inmejorable para reunir a las cinco mujeres que, desde el sillón de la Alcaldía o desde los de la oposición, serán las encargadas de regir los designios de Gasteiz durante la próxima legislatura. Han llegado puntuales, sus apretadas agendas obligan. Les recibe Jon Lasa, gerente de la Fundación Catedral Santa María. La Catedral, mientras tanto, continúa con su exitosa tarea diaria de recibir a visitantes para descubrirles sus maravillas.
Todas las candidatas visten con pantalón y tacones cómodos. En el corazón de Gasteiz, las cinco mujeres –que protagonizan por primera vez una fotografía inédita netamente femenina de aspirantes a la disputada Alcaldía vitoriana– charlan de forma distendida entre ellas. Al margen de la lógica pugna política y lejos de otros escenarios en los que la crispación campa a sus anchas, afortunadamente hay espacio todavía para la normalidad.
No se habla de política municipal, ni de propuestas, ni de encuestas... La procesión irá por dentro.
De la torre a la cripta
Con Lasa y algunos miembros del equipo de la Fundación como amables y perfectos cicerones, la siguiente fotografía embarca a las candidatas en un ascensor hasta lo alto de la torre, desde donde, a pesar de la mañana gris y lluviosa, la Catedral despliega su majestuosidad en lo alto de la colina gasteiztarra, ofreciendo unas hermosas vistas sobre toda la ciudad.
“Parecemos vedetes”, comenta una de ellas entre las risas del resto mientras descienden un tramo de escaleras bajo el foco de las cámaras hacia la espectacular sala sobre el pórtico. A estas alturas de la sesión, cada pausa entre foto y foto de grupo les sirve a las candidatas para disfrutar de la visita; y también para ponerse al día de las próximas citas que les aguardan, muchas compartidas, algún debate, más sesiones de fotos... Intercambian impresiones y consejos. Si esto fuera un partido de fútbol, podría hablarse de fair play.
La comitiva se dirige hacia el triforio, recorriendo y conociendo mientras tanto los entresijos de este templo que ha sido ejemplo de modernidad y éxito con su reconocido y aplaudido programa Abierto por Obras. Por el camino, mientras la cámaras siguen disparando, se cruza algún grupo de visitantes. Las candidatas se mueven ya con soltura por el edificio. Una pausa da tiempo a bromear: “Perdidas en la catedral”. “Sería un buen título para una novela”.
Desde las alturas, las cinco candidatas han ido descendiendo hasta llegar a la cripta, ahora musealizada. La historia de la Catedral Santa María hunde sus cimientos literalmente en los vestigios más antiguos de Gasteiz y las candidatas tienen la oportunidad única de posar allí. “Es mejor bajar como en los barcos, de espaldas”, apunta una de las aspirantes advirtiendo de lo estrecho de los peldaños de la escalera de acceso. Una fotografía en los orígenes de Vitoria sirve para poner el inmejorable punto final a la sesión y a la visita.
Pronto será ya la hora de comer, pero la agenda no para. Las candidatas se despiden y abandonan la Catedral por separado. De momento, al margen de lo que deparen los vitorianos con sus votos el próximo 28 de mayo, estas cinco mujeres han dejado ya una imagen para la historia de la ciudad, una imagen que habla de igualdad y de modernidad. Y además lo han hecho fotografiándose en el corazón de esa historia de Gasteiz.
