- El eco de las consignas que este fin de semana se escucharon en el corazón de Madrid estremecían aún ayer el arranque de la semana política. “Fuera maricas de nuestros barrios”. “Tú no eres español porque no eres blanco”, dijeron los manifestantes. Y ahora Gobierno, fiscales y ONGs quieren que los impulsores de esta marcha paguen por lo que consideran un evidente delito de odio, mientras las izquierdas miraban a VOX y el PP madrileño se sacudía las pulgas.

La delegada del Gobierno se mostró indignada ante estos sucesos y, dado que fue quien autorizó esta marcha, quiso pedir disculpas. “Como la mayor parte de los madrileños, mi profundo rechazo y repulsa. Mi absoluta solidaridad y cariño a un colectivo últimamente muy vilipendiado. Siento en el alma que tengan que vivir en sus calles imágenes absolutamente lamentables”, afirmó Mercedes González.

La delegada explicó que la asociación convocante “engañó” a su administración haciendo pasar esta marcha por una protesta “contra la agenda 2030”. Y será ahí donde fundamentará su respuesta. “Hay un derecho constitucional, que es el de manifestación”, dijo excusando la autorización concedida, antes eso sí de advertir: “Tenemos todas las armas jurídicas en nuestras manos para que cualquiera que quiera engañar a la Delegación sepa que la va a tener en frente”. Y de hecho, la Fiscalía provincial incoaba diligencias en coordinación con el Fiscal de Sala Delegado de Odio y Discriminación. al tiempo que varias ONG y los ministerios de Igualdad y Derechos sociales anunciaban también sus respectivas denuncias.

El PP madrileño convirtió su posicionamiento ante este desfile de la ultraderecha en un nuevo arma con la que atizar al Gobierno de coalición de PSOE y Podemos. Lo hizo a través del consejero de Justicia, Interior y Víctimas, Enrique López, quien criticó que no ordenaran la disolución de la marcha. Y si bien trató de marcar distancias con VOX exigiendo la condena de estos actos “sin ningún tipo de paliativo”, denunció el “odioso” intento de la izquierda de usarlos en su beneficio.

Santiago Abascal reaccionó a la marcha diciendo que apestaba “a cloaca socialista”. Y ayer era su eurodiputado Jorge Buxadé quien insistía en culpar al PSOE de estar tras la manifestación en un acto de falsa bandera y hablaba de una “estrategia de demonización” de VOX. “El extremismo vive de avivar el enfrentamiento”, respondía un PSOE que pedía no echar más leña al fuego, mientras Podemos e IU encontraban el “hedor” del discurso de la formación de Abascal tras expresiones de intolerancia como estas. .