No ha sido el autogobierno el único asunto que ha centrado el extenso discurso del lehendakari. En varias ocasiones, Iñigo Urkullu ha tendido la mano a los grupos de la oposición para negociar los presupuestos. Así, el jefe del Ejecutivo Vasco ha señalado que Euskadi contará con unos presupuestos expansivos que contarán con una fuerte componente de inversión pública.

Y, así, ha ofrecido al resto de la Cámara parlamentaria la posibilidad de analizar, conjuntamente, el proyecto presupuestario para poder avanzar, ha dicho, en un acuerdo que permita afrontar un próximo ejercicio que será clave tanto para la recuperación como para la fase de transformación.

Asimismo, como adelanta hoy el Grupo Noticias, el Plan extraordinario de inversiones comenzará a ejecutarse con recursos propios, si bien tendrá continuidad en la propuesta presupuestaria de 2022. El Programa contará con 250 millones de euros, que se sumarán a los más de 1.000 millones que recogerá el proyecto de cuentas que se diseñe para el año que viene y que se completará con el dinero proveniente de los Fondos de la Unión Europea.

Del total del montante económico, la mitad, es decir, 800 millones se invertirán en infraestructuras educativas, socio-sanitarias, culturales y vivienda. El resto, se orientarán al impulso de infraestructuras económicas; energéticas y medioambientales; y de comunicaciones.

Del mismo modo, ha situado en diez los objetivos a los que se enfrenta el país tras el primer año de este gobierno: reducir la tasa del paro por debajo del 10%; superar el 40% del PIB en la industria y los servicios avanzados; lograr la convergencia en I+D con la Unión Europea; colocar a Euskadi entre los 5 países europeos con menor desigualdad social; situar a Euskadi entre los países europeos con mayor índice de igualdad de género; reducir por debajo del 7% la tasa de absentismo escolar; aumentar hasta los 85 años la esperanza de vida; recortar un 30% los gases de efecto invernadero; y aumentar un 10% la tasa de nacimientos en nuestro país.

Y ha desplegado otros veinte compromisos de actuación inmediata, entre los que destacan su deseo de impulsar un modelo de política penitenciaria basada en la justicia restaurativa; desarrollo de una ley de igualdad; o la renovación generacional en la Ertzaintza.

Todo ello para conseguir un “relanzamiento de Euskadi” que se refleje en lo económico, pero también en lo humano “después de una experiencia social, familiar y personal” como la que esta pandemia ha obligado a atravesar a los ciudadanos vascos.

“Tras el nubarrón anímico y emocional, fruto del duro contexto que nos ha tocado vivir, se acercan tiempos de esperanza. La pandemia sigue ahí, es cierto, pero vamos logrando dejar atrás sus efectos más trágicos y devastadores en términos de vidas humanas y afección a nuestra salud”, ha subrayado Urkullu.

Finalmente, ha tenido una reflexión para lo sucedido en torno a la decisión del TSJPV sobre el aumento del aforo en los Estadios. Urkullu ha recordado que el “respeto es una regla indispensable” del funcionamiento institucional y ha concluido afirmando que “desde el primer día nuestro empeño ha sido adoptar decisiones equilibradas” siempre en base a recomendaciones científicas.