Pere Aragonès es ya a todos los efectos el 132º president de la Generalitat, el séptimo desde que Jordi Pujol ganó las primeras elecciones autonómicas en 1980. Y por primera vez desde la etapa de Josep Tarradellas, el jefe del Govern pertenece a ERC, que después de lustros a la sombra de Convergència y sus herederos ha logrado por fin confirmarse como alternativa y encabezar el gabinete catalán.

No ha sido fácil el camino para el aspirante republicano que, a pesar de lograr ser la primera fuerza independentista en los comicios del pasado febrero, ha sufrido un auténtico vía crucis hasta la fecha, con negociaciones interminables y dos votaciones de investidura perdidas debido al desacuerdo con sus socios de Junts.

Sin embargo, Aragonès ha llegado al fin al lugar que ansiaba ocupar y ha sido elegido hoy sin problemas con el apoyo de los posconvergentes y de la CUP. Así, ha sumado los 74 votos del bloque independentista y ha obtenido 61 sufragios en contra, los del PSC, Vox, En Comú Podem, Ciudadanos y PP.

En su breve intervención en la segunda jornada de investidura en el Parlament, el flamante president ha prometido a la ciudadanía seguir en la vía de consecución de una República, anteponiendo la vía dialogada; es decir, la negociación con el Estado.

Tal y como ya explicó en su extenso discurso del jueves ante la Cámara, Aragonès ha mostrado su compromiso con el diálogo. "Estoy con mano tendida y con determinación democrática, con espíritu de servicio y con valores republicanos", ha mostrado, antes de concluir su intervención con un Visca Catalunya lliure.

Desde los socios que sostendrán al president republicano, Junts y CUP, se congratulan por haber logrado una investidura exitosa, pero muestran también su cautela por lo que pueda ocurrir a partir de ahora. Ese recelo lo ha expresado la portavoz de los anticapitalistas en el Parlament, Dolors Sabater, que recuerda a Aragonès que su apoyo en la investidura "no es un cheque en blanco" y le insta a cumplir sus compromisos.

Una vez solventada la investidura, es hora de las quinielas para las consellerias. Las carteras ya están repartidas entre ERC y Junts, pero falta por conocer quiénes las ocuparán y los nombres irán llegando con cuentagotas durante las próximas horas. Lo que ya se sabe es que será un Govern con muchas caras nuevas, ya que la mayoría de consellers de la pasada legislatura no repetirán.

Junqueras aporta el simbolismo

La imagen más significativa de la jornada ha sido la del regreso a la Cámara catalana del líder de ERC, Oriol Junqueras, para arropar a Aragonès en el día de su investidura como president. Así, Junqueras ha aprovechado un permiso penitenciario para abandonar la cárcel de Lledoners y hacer acto de presencia en el Parlament. "Hoy es un día histórico, sobre todo para el país", ha expresado a su llegada a la institución, donde le aguardaba una comitiva de Esquerra encabezada por Marta Vilalta, Roger Torrent, Meritxell Serret y Sergi Sabrià.