- Cientos de personas solicitaron ayer por la tarde en una manifestación en Pamplona que se investiguen las torturas, una práctica “sistemática”, “consentida y legitimada por las instituciones del Estado” durante “décadas”. A la marcha, convocada por la Red de Personas Torturadas de Navarra, acudieron miembros de partidos y sindicatos nacionalistas e independentistas, así como familiares de Mikel Zabalza, muerto en 1985 en el cuartel de Intxuarrondo, según unas grabaciones conocidas ahora entre un capitán de la Guardia Civil y un mando del Cesid.

En este sentido, Idoia Zabalza señaló antes de comenzar la marcha que el caso de su hermano Mikel“ solo fue distinto a otros por el resultado”, porque la tortura “no ha sido una excepción ni cuestión de personas descontroladas ni tampoco de personas que tengan cierto poder a las que han dejado hacer”. “Ha sido una práctica sistemática, organizada, diseñada desde arriba, completamente permitida e impulsada”, subrayó, y añadió que “prueba de que ha sido así es que todas las personas condenadas por torturas han sido ascendidos, condecorados, premiados e incluso indultados”. Zabalza denunció además que “se tiene que saber qué pasó en esos casos denunciados. Al término de la manifestación, un comunicado afirmó que en Nafarroa han sido “miles” las personas torturadas, una “pesadilla” y “una herida que está sin cerrar”. Y denunciaron que en la tortura “han colaborado, de una manera u otra, algunos partidos políticos, jueces, médicos forenses, incluso medios de comunicación”, una práctica cuyas víctimas a día de hoy siguen “sin reconocimiento, sin reparación y sin garantías de no repetición”.

Por eso, los manifestantes defendieron que “ya es hora” para el Estado español de “reconocer lo hecho”, de “depurar todas las responsabilidades” y de “reparar” el daño causado con “la garantía de que ninguna otra persona sufrirá esta lacra nunca más”.