- Bien sea por el cansancio del último día de campaña o porque todos los sondeos apuntan al triunfo del PNV y sus rivales parecen haber desistido de plantear batalla, pero lo cierto es que el debate organizado por Onda Vasca-Grupo de Noticias no se salió del guión preestablecido con los contendientes más pendientes de exponer su programa que de cuestionar los argumentos de sus contrincantes. Solo en asuntos como economía o el nuevo estatus se elevó un tanto el tono, con PNV y EH Bildu como principales protagonistas. Leixuri Arrizabalaga (PNV), Iker Casanova (EH Bildu), David Soto (Elkarrekin Podemos-IU), Ekain Rico (PSE) y Laura Garrido (PP+Cs) fueron los encargados de exponer las propuestas de sus formaciones.

Como no podía ser de otra manera, la primera cuestión se refirió al rebrote de la pandemia en Ordizia y el Goierri y las repercusiones de cara a la cita de mañana. Todos los partidos se mostraron de acuerdo en que son los expertos, los científicos y la Junta Electoral quienes deben tomar una determinación. Sin embargo, Casanova marcó diferencias al asegurar que "lo primero que hay que exigir es la verdad y el lehendakari fue el primero que dio datos inexactos, no sé si de forma voluntaria o involuntaria", para señalar a continuación que "EH Bildu no tiene ningún interés en aplazar las elecciones, sino preservar la salud de la ciudadanía". Unas afirmaciones ante las que la jeltzale Leixuri Arrizabalaga dejó claro que "votar el domingo es absolutamente seguro tal como ha señalado la Junta Electoral. Existen las garantías suficientes para que vayamos todos a votar".

Fue en el apartado económico donde hubo más controversia. La pregunta del moderador era clara: "¿Qué medidas deben tomarse para la recuperación económica y de dónde se deben sacar los recursos". Laura Garrido abrió fuego con el discurso que han mantenido los populares en esta campaña. "Lo primero es la creación de empleo y para ello hay que asegurar líneas de crédito y financiación. Hay que suprimir mucho gasto superfluo como el de las embajadas o los muchos chiringuitos que hay". Además, puso en cuestión a Lanbide, "que se ha demostrado que no funciona".

El socialista Ekain Rico se remitió a las fechas previas a la pandemia, "cuando se creaba empleo" y, según señaló, ahora toca resistir. Rico destacó los ERTE que han servido para resistir y abogó por " una inyección de fondos y liquidez a empresas, pymes y autónomos, rescatar a los mayores de 45 años o atraer a los talentos jóvenes". No eludió la reforma fiscal, aunque para ello señaló básico saber a ciencia cierta la recaudación en los tres territorios y con qué fondos europeos se podrá contar.

Por Podemos, David Soto señaló que es necesario "un plan potente de empleo" y la "ampliación de las plantillas en el sector público". Además, abogó por la necesaria reforma fiscal.

Iker Casanova abogó por tres ejes: recuperación industrial; creación de 20.000 empleos públicos -7.000 en sanidad, 10.000 en educación y el resto asociados a los cuidados-; y proteger autónomos y servicios. El candidato de EH Bildu reclamó concentrar el gasto para suprimir el prescindible, acceder a las ayudas europeas y estatales, pedir la deuda a la que se pueda acceder y, por último, una profunda reforma fiscal que "aumente la carga impositiva sobre las empresas con beneficios y sobre las capas con más alta capacidad económica".

De entrada, Leixuri Arrizabalaga no quiso poner paños calientes. "El impacto económico va a ser muy duro. Se van a perder casi nueve puntos y 68.000 empleos a tiempo completo", señaló. Por ello, el objetivo para los próximos tres años será recuperar empleo. Afirmó que antes de la pandemia el paro se situaba por debajo del 10% y "ahora nuestro objetivo debe ser recuperar este nivel".

Arrizabalaga recordó que se ha actuado con un plan de choque de 1.550 millones de euros y "tenemos listo el plan Guztiok Bat para invertir 10.000 millones de euros en industria, jóvenes y autónomos". Además, señaló que la buena gestión del Ejecutivo vasco ha permitido tener remanente "y nos endeudaremos con cabeza porque no se puede hipotecar el futuro de Euskadi".

En la réplica, Casanova acusó de inacción al Gobierno Vasco, "que ha abandonado a los trabajadores" y, dirigiéndose al candidato socialista, le reprochó que hable de lo hecho por el Ejecutivo español cuando "sois parte del Gobierno vasco, pero como no ha hecho nada, por eso hablas del Gobierno español". Arrizabalaga echó en cara al candidato de EH Bildu que hablara de inacción cuando "si fuera por ustedes Euskadi estaría en la ruina porque quisieron cerrar las empresas y las industrias y apagar los hornos". "Te estás inventado las cosas", le espetó Casanova.

También hubo sus más y sus menos entre Bildu PNV sobre el nuevo estatus. Casanova acusó a Urkullu de engañar cuando "en 2012 y en 2016 prometió un nuevo¡ estatus y no cumplió su palabra. Firmó con EH Bildu en la ponencia de autogobierno un acuerdo de bases y proyectos basado en el derecho a decidir y rompió el acuerdo". Abogó por una relación con el Estado de igualdad y bilateralidad "y no de subordinación como hasta ahora".

Arrizabalaga, por su parte, dijo que el objetivo es más y mejor autogobierno para garantizar los servicios públicos, para lo que apuntó dos claves, "completar el Estatuto de Gernika y promover un acuerdo interno sólido y amplio para un nuevo acuerdo político". Además, abogó por la bilateralidad con garantías con el Estado.

PSE y PP hicieron hincapié en presentar el Estatuto como clave de autogobierno, mientras que Podemos se refirió al modelo de Quebec como ejemplo para "ejercitar nuestros derechos como pueblo".

Hubo rechazo al ataque a la tumba del socialista Buesa, algo que para el candidato de Bildu es "muestra superlativa de estupidez y maldad"