El preso de ETA Patxi Ruiz, que cumple condena en la prisión de Murcia II por su participación en el asesinato del concejal de UPN, Tomás Caballero, y que se encuentra en huelga de hambre y sed desde el pasado 11 de mayo, fue ingresado ayer por la noche en el Hospital murciano de Virgen de la Resaca. El preso fue trasladado anoche desde la prisión con autorización judicial y en contra de su voluntad, para que un médico valorara su estado de salud tras su rechazo a ser tratado en prisión.

Según ha informado el 'Movimiento Pro Amnistía y contra la Represión', Patxi Ruiz fue trasladado a última hora de la noche de ayer desde la cárcel de Murcia II al hospital Virgen de la Resaca, su familia se encuentra ya en Murcia, y "el médico de confianza está de camino al hospital".

Tras iniciar Ruiz la huelga de hambre y sed el pasado 11 de mayo para protestar por la gestión del coronavirus en las prisiones, se han sucedido ataques contra sedes de partidos políticos en Euskadi, en el marco de la campaña emprendida por el entorno del 'Movimiento pro Amnistía y contra la Represión'.

Este mismo viernes, de madrugada, desconocidos han realizado pintadas en la sede del PNV de la calle Euskalherria, de la Parte Vieja de San Sebastián, en las que recuerdan que Ruiz se encuentra en huelga de hambre y sed, y piden la excarcelación de todos los reclusos de la banda.

Con este nuevo ataque ya son 14 los batzokis atacados en los últimos días, a los que se suman las pintadas realizadas en nuevos las casas del pueblo del PSE-EE, a una sede de Elkarrekin Podemos y el ataque en la vivienda de la secretaria general del PSE-EE, Idoia Mendia, y su esposo, el concejal soialista de Bilbao, Alfonso Gil, donde desconocidos arrojaron el pasado martes pintura roja contra el portal y octavillas con la palabra "asesina", que aludían a la huelga de hambre de Patxi Ruiz y pedían la amnistía total.

Patxi Ruiz cumple condena de 30 años por el asesinato a tiros del concejal de UPN en el Ayuntamiento de Pamplona Tomás Caballero, perpetrado en 1998. Fue expulsado de ETA en 2017 por las críticas públicas del recluso a la estrategia de la izquierda abertzale, a cuyos actuales dirigentes tachó de "liquidacionistas", según ha informado el propio afectado.