- En circunstancias normales, si el coronavirus no hubiera irrumpido en la vida de millones de ciudadanos, la campaña de las elecciones vascas hubiera comenzado en la pasada medianoche. La crisis sanitaria obligó a anular la convocatoria de los comicios para el 5 de abril, y el lehendakari y los partidos quedaron en volver a reunirse cuando se levante la declaración de emergencia sanitaria para fijar otra fecha. En torno a este asunto todavía planean varias incógnitas y cierta confusión. Lo que han establecido los servicios jurídicos del Gobierno vasco es que se repita toda la convocatoria electoral, y la Junta Electoral lo respalda. Esto significa que, cuando se supere esta crisis, habrá que abrir otra vez el plazo para registrar candidaturas y también se va a actualizar el censo. Además, los servicios jurídicos han recalcado que la campaña electoral es un derecho, de manera que tendrá que haberla, ya sea de 15 días o en formato reducido de siete. Por todo ello, es imposible que la convocatoria electoral sea inmediata. Es decir, si la situación de emergencia se levantara un martes, las elecciones no serían el domingo inmediatamente posterior. Lo que haría el lehendakari es convocar a los grupos de manera inmediata para decidirlo y no alargar la situación. Se ha dejado abierto de manera deliberada. Esto quiere decir que puede ser que se abran los 54 días habituales entre el acto de convocatoria y las elecciones, o que se reduzca de alguna manera porque los principales partidos ya cerraron sus planchas con la previsión de que las elecciones fueran en abril. Pero, en cualquier caso, habrá que dejar un colchón de días.

La idea es que las elecciones se celebren con todas las garantías. Teniendo en cuenta que Salud ya dice en su informe interno que la situación de emergencia se va a mantener al menos un mes, el plazo es tan largo que puede darse el caso de que varios jóvenes se incorporen al censo (por cumplir la edad de votar) y que haya bajas en medio de esta crisis; mientras por el flanco de los partidos hay que dar margen a que se presenten nuevos grupos minoritarios si lo desean, o a que se produzcan cambios en las coaliciones registradas, como la de PP y C's. En paralelo, los servicios jurídicos han destacado la campaña electoral como un derecho. La Junta Electoral de Galicia, en la misma situación, también ha pedido repetir todo el proceso. El PNV ha apostado por no alargar esta interinidad de manera artificial y, si la situación sanitaria lo permite, quiere que las elecciones sean antes del verano para no irse hasta octubre. De ese modo, habría un gobierno fuerte cuanto antes para gestionar la crisis económica que está en ciernes por los efectos del virus. Por el contrario, desde EH Bildu, su coordinador general, Arnaldo Otegi, no tiene tanta prisa y, además, se le abre la oportunidad de prorrogar en el tiempo su marcaje al gobierno. Dijo que no entiende muy bien "la ansiedad" con la fecha. "¿Cuándo va a ser eso? No lo sé, nosotros calculamos que esto se puede alargar", dijo en Radio Euskadi, donde añadió que EH Bildu no va a estar "en ningún tipo de propuesta de adelanto electoral o de que se convoquen unas nuevas elecciones, si no está garantizada la salud de la gente". El lehendakari buscará el consenso con los grupos, pero todo apunta a que este debate será delicado y que, como mínimo, EH Bildu va a buscar plazos más laxos.

"No entiendo la ansiedad con la fecha; calculamos que esto se puede alargar"

Coordinador general de EH Bildu