- Las negociaciones para el arreglo del conflicto entre el Estado moldavo y la región separatista de Transnistria, conocidas como el formato 5+2, se encuentran en un “punto muerto” y la reunión internacional prevista para este mes no tendrá lugar, dijo ayer un viceministro ruso de Exteriores. “Desafortunadamente, el proceso de negociación también se ha estancado aquí. Hasta donde sabemos, es poco probable que se lleve a cabo la reunión de mayo”, dijo el viceministro Andréi Rudenko.

En el formato 5+2 participan Moldavia, Transnistria, la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), Rusia y Ucrania, con EEUU y la Unión Europea como observadores. La situación en Transnistria comenzó a tornarse tensa a fines de abril, tras una serie de tiroteos y explosiones en edificios e infraestructuras gubernamentales, que según las autoridades separatistas procedían del territorio ucraniano.

Kiev aseguró que se trataba de una operación de “falsa bandera” de Rusia para culpar a Ucrania de los ataques, además de preparativos para lanzar una ofensiva, mientras que Rusia calificó estos incidentes como un intento de arrastrar este territorio al conflicto armado en Ucrania.

En medio del conflicto ucraniano, Moldavia pidió a principios de marzo su adhesión a la Unión Europea, mientras que Transnistria solicitó dos días después que se reconozca su independencia. Hablando sobre Transnistria, el viceministro señaló que “por el momento la situación es estable”. “Lo que sucederá a continuación, depende de muchos factores, incluida Ucrania”, agregó Rudenko. Transnistria, territorio de apenas medio millón de habitantes, en su mayoría eslavos (rusos y ucranianos), rompió los lazos con Moldavia tras un conflicto armado en 1992-1993 en el que contó con ayuda rusa.

Desde el final de aquella contienda, que costó la vida a centenares de personas, Moldavia aboga por la integración de los dos territorios, divididos por el río Dniéster, a lo que siempre se han negado los prorrusos.