- La campaña militar rusa en Ucrania se acerca a los 80 días, con el Ejército ucraniano intentando desgastar al ruso en el campo de batalla, mientras que las tropas rusas siguen avanzando muy lentamente en la región del Donbás. Según el informe diario del Estado General de las Fuerzas Armadas de Ucrania, los rusos centran “los principales esfuerzos del grupo de aviación en apoyar la actividad de las unidades en la zona operativa del este: concretamente en las direcciones de Slobozhansky, Donetsk”.

Rusia, a su vez, informó de que las milicias de Lugansk, apoyadas por las tropas de Moscú, lograron alcanzar la frontera administrativa de la república popular de Lugansk, tras hacerse con el control de la localidad de Popasna, donde había combates desde hace casi dos meses.

Según el portavoz ruso de Defensa, el general mayor Ígor Konashénkov, las milicias de Lugansk, apoyadas por tropas rusas, pudieron “romper la defensa enemiga” y eliminar a “hasta 120 nacionalistas, 13 carros blindado y 12 otros vehículos”. Sin embargo, el anuncio de la parte rusa fue calificado de “fantasía” por el gobernador regional de Lugansk, Serhiy Gaidai.

Tras la falta de grandes anuncios en el desfile militar en la Plaza Roja con ocasión de la victoria soviética sobre la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial, aumentaron los temores de que las operaciones militares en Ucrania se pueden alargar en el tiempo.

Según la Inteligencia británica, Putin no proclamó el pasado lunes un éxito militar significativo debido a unas fallas operativas y tras subestimar la resistencia ucraniana. De acuerdo con el parte británico, es probable que el plan de operación rusa se haya basado en la suposición errónea de que encontraría una resistencia limitada y sería capaz de rodear los centros de población rápidamente.

Esta suposición, indica la información, llevó a las fuerzas rusas a intentar una operación inicial ligera, destinada a lograr una victoria rápida con un costo mínimo.

El director de la Inteligencia del Pentágono, Scott Berrier, dijo por su parte que ahora mismo no están ganando ni los rusos, ni los ucranianos y esta situación de estancamiento “puede durar un tiempo”.

Ante los combates en Ucrania y la ayuda occidental a Kiev, Bielorrusia anunció ayer un refuerzo de sus tropas en zonas fronterizas y el comienzo de la segunda fase de unas maniobras iniciadas el 4 de mayo para ensayar la capacidad de reacción de sus efectivos. El presidente bielorruso y mayor aliado de Moscú, Aleksandr Lukashenko, aseguró además que Bielorrusia ha aprendido “mucho” de la campaña militar rusa en Ucrania, y que él ahora tiene mejor conocimiento de las necesidades de su Ejército.

Al comentar la actividad de la OTAN cerca de la frontera bielorrusa, Lukashenko dijo que para Minsk no puede haber sorpresas. “Los servicios de inteligencia deben funcionar, nadie debe tomarnos por sorpresa”, aseveró. Bielorrusia debe “ver qué es lo que están haciendo los rivales cerca de nuestras fronteras y responder”, aseguró.

Con todo, subrayó que su país “no es un agresor” y “no va a atacar a nadie” primero.

l Ganar tiempo. Los servicios de Inteligencia de EEUU sospechan que el interés de Rusia de centrar en el este de Ucrania su ofensiva militar no responde a objetivos a largo plazo sino a un “cambio temporal”, ya que considera probable que aspire a conectar la región ucraniana del Donbás con Transnistria, en el este de Moldavia. Putin dio orden en abril de concentrar las operaciones militares en el este de Ucrania, pero EEUU cree que está ganando tiempo para volver a “recuperar la iniciativa”.