- Los republicanos de EEUU recuperaron Virginia y podrían hacerse con la victoria también en Nueva Jersey, en lo que supone un revés para el presidente estadounidense, Joe Biden, en su primera cita electoral tras llegar a la Casa Blanca. Las principales televisiones del país declararon como ganador en Virginia al republicano Glenn Youngkin, un empresario sin experiencia política que se enfrentaba al demócrata Terry McAuliffe, quien ya gobernó el estado entre 2014 y 2018.

En un acto electoral en Chantilly, Youngkin salió al escenario mientras el público gritaba su nombre: “¡Glenn, Glenn, Glenn!”. Y al ritmo de la canción Spirit in the Sky, se puso a bailar y a dar palmas para celebrar la primera victoria republicana para la Gobernación de Virginia desde 2009. “¡Esto ya no es una campaña, esto es un movimiento!”, clamó Youngkin, de 54 años, mientras el público aplaudía a rabiar.

Republicanos del Congreso reclamaron la victoria de Youngkin como propia y avanzaron la narrativa de que se trata solo de una señal de la “ola roja” (el color republicano) con la que quieren recuperar el Congreso en 2022 y la Casa Blanca en 2024.

En un comunicado, el expresidente Trump dio crédito a su base electoral por haber “salido a votar con fuerza” y haber convertido a Youngkin en gobernador de Virginia durante los próximos cuatro años. “Mi movimiento es más grande y más fuerte que nunca”, proclamó Trump.

Youngkin, sin embargo, ha tratado de mantener cierta distancia con el exgobernante en un complicado equilibrio para movilizar a sus seguidores, pero sin asustar a los votantes republicanos tradicionales que se concentran en las zonas residenciales adineradas de los suburbios.

Para apelar a los dos grupos de votantes, Youngkin convirtió la influencia de los padres en las escuelas en un eje central de su campaña.

Él mismo se retrató como un padre preocupado por la educación de sus hijos, criticó el cierre de los colegios durante la pandemia y prometió desterrar de las escuelas la teoría crítica de la raza, una doctrina académica que considera que el pasado esclavista de EEUU es el origen del racismo sistemático que aún existe.

McAuliffe, una figura centrista que lleva décadas en el Partido Demócrata, tardó en reconocer la derrota. Antes de que los medios hicieran sus proyecciones y cuando se había escrutado el 90 % del voto, McAuliffe intervino ante sus seguidores para pedir que se siguieran contando las papeletas. “Todavía tenemos muchos votos que contar. Vamos a continuar contando los votos porque cada uno de los virginianos merece que su voz sea escuchada”, manifestó McAuliffe, rodeado de su familia.

Mientras tanto, el recuento resultó muy reñido en Nueva Jersey, ya que con el 88% de los votos escrutados, el demócrata Phil Murphy con un 49,5% iba por detrás de su contendiente republicano, Jack Ciattarelli, que sumaba un 49,6%.

Nueva Jersey es un estado en el que Murphy fue elegido en 2017 por primera vez con un margen de 14 puntos y en el que Biden venció hace un año a Trump por 16 puntos; además todas las encuestas daban una holgada victoria al demócrata.

Pase lo que pase, los márgenes tanto en Nueva Jersey como en Virginia denotan una importante movilización de las bases republicanas en paralelo a la frustración en las filas de los demócratas.

Nueva York. Michelle Wu se ha convertido en la primera mujer y la primera persona que no es de raza blanca elegida para la alcaldía de Boston, una ciudad gobernada en los últimos dos siglos por hombres blancos, la mayoría con raíces irlandesas o italianas. La demócrata Wu, una abogada de 36 años e hija de inmigrantes taiwaneses, se impuso a la otra candidata que, como ella, pertenecía al Partido Demócrata, Annissa Essaibi George. Por otro lado, el ex policía afroamericano Eric Adams se impuso con claridad en las elecciones a la Alcaldía de Nueva York con un 66,6% de los apoyos.