Amnistía Internacional (AI) denunció este jueves los obstáculos a los que se enfrentan los afganos que intentan salir de Afganistán en busca de refugio por el cierre de fronteras terrestres por los países vecinos, las devoluciones y la imposibilidad de obtener documentos oficiales.

"Ahora mismo intentar salir de Afganistán es como una carrera de obstáculos", afirmó en un comunicado la directora del equipo sobre Derechos de Personas Refugiadas y Migrantes de AI, Francesca Pizzutelli.

Pakistán, Uzbekistán, Irán, Tayikistán y Turkmenistán han cerrado sus fronteras tras la toma de Kabul el pasado 15 de agosto por parte de los talibanes, afirmó AI, y muchos de los afganos que han conseguido huir han terminado "atrapados en campamentos improvisados en zonas fronterizas".

Algunos países han detenido temporalmente las deportaciones, aunque esta decisión está lejos de ser la norma.

Irán deportó a 58.279 afganos indocumentados entre el 27 de agosto y el 9 de septiembre de 2021, según cifras de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) citadas por AI.

Uzbekistán, Bulgaria, Croacia y Grecia se encuentran también entre los países que han llevado a cabo devoluciones sumarias. Unas devoluciones que tienen lugar "a pesar del riesgo de que devolver a estas personas las ponga en peligro de sufrir graves violaciones de derechos humanos a manos de los talibanes", según el comunicado, que violan además el principio internacional de no devolución.

AI llamó a la comunidad internacional a "tomar medidas inmediatas para permitir la salida de aquel país", especialmente a los grupos más vulnerables como las mujeres activistas, minorías o periodistas, entre otros. "El mundo no debe abandonar a Afganistán en este momento crítico. Necesitamos un esfuerzo internacional concertado para llevar a las personas afganas hasta un lugar seguro", exhortó Pizzutelli.

Los talibanes se hicieron con el control de Kabul el pasado 15 de agosto tras una ofensiva fulgurante durante la retirada final de las tropas internacionales, y reivindican ahora el control de todo el territorio. Esta súbita derrota del Gobierno apoyado por la comunidad internacional desencadenó el pánico entre la población, que se lanzó al aeropuerto internacional de Kabul para tratar de abandonar el país en cualquier vuelo.

El caos continuó durante semanas, con miles de personas intentando acceder a los vuelos de evacuación de la comunidad internacional, y un atentado del grupo yihadista Estado Islámico (EI) de por medio que causó al menos 170 muertos.