- La declaración de un alto el fuego por el Gobierno de Etiopía en la guerra de la región de Tigray marca un punto de inflexión que puede ser crucial para resolver el conflicto, que se prolonga ya casi ocho meses y ha causado miles de muertos.

El Ejecutivo declaró un “alto el fuego unilateral humanitario” en la región norteña -contra la que mantiene una ofensiva bélica desde noviembre pasado-, después de que la administración interina regional solicitara un cese de las hostilidades.

“El Gobierno federal comprende que el pueblo de Tigray, especialmente aquellos en las zonas rurales, han sufrido mucho”, un “desafío” que hay que atajar “sin demora”, afirmó el Gobierno en un comunicado publicado esta madrugada por el Ministerio de Asuntos Exteriores.

No obstante, advirtió, la medida “no está de ninguna manera diseñada para permitir la impunidad, dado que esto dañaría severamente la causa de la justicia y la paz sostenible”. “Debe quedar muy claro -aseveró- que el Gobierno garantizará la plena rendición de cuentas por los delitos cometidos, quienquiera que sea responsable de las atrocidades”.

Por otro lado, la ministra española de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, anunció ayer que el cuerpo de la cooperante madrileña de Médicos Sin Fronteras asesinada en Etiopía llegará a España hoy miércoles “a principio del día” para ser trasladado junto a su familia. González Laya explicó que la repatriación del cuerpo se hará “dentro de la mayor de las discreciones” como así lo había pedido la familia.