- El caos y la tensión se desató entre periodistas de Estados Unidos y de Rusia, que compitieron por entrar en la biblioteca de la Villa La Grange, en Ginebra, para asistir al inicio de la cumbre entre Biden y Putin. En el exterior de la mansión se vivieron escenas de gritos y empujones, poco después de que ambos mandatarios se dieran la mano y entraran en el edificio, según periodistas de los dos países.

Miembros del pool de Biden, el grupo de reporteros que sigue al presidente, explicaron que la tensión comenzó en una entrada lateral cuando reporteros estadounidenses y rusos se apresuraron para ingresar en la mansión y fueron parados por funcionarios y efectivos de seguridad de EEUU y de Rusia.

A los periodistas estadounidenses se les pidió de manera repetida que hicieran una cola por separado, pero ninguna de las dos partes hicieron caso a estas instrucciones y comenzaron a gritar y empujar para entrar, mientras que un responsable suizo pedía que se calmaran.

El tumulto continuó al tiempo que funcionarios de la Casa Blanca intentaban meter en el interior a los periodistas estadounidenses, argumentando que EEUU y Rusia habían acordado el número de reporteros que tenían permitido acceder dentro. Al final, solo entraron nueve de los trece reporteros que componen el pool del presidente estadounidense.

Por lo que respecta a la cumbre, el primero en aparecer fue Putin, quien llegó en su limusina directamente desde el aeropuerto de Cointrin, donde había aterrizado minutos antes procedente de Sochi (Rusia). Biden llegó once minutos después desde el hotel donde se aloja.

Cada uno fue recibido por el presidente suizo, Guy Parmelin, quien los saludó sobre una alfombra roja , flanqueada a ambos lados por las banderas de Rusia, EEUU y de Suiza, y macetas de flores. Después se produjo el esperado apretón de manos: Biden se giró hacia Putin y alargó su mano derecha, mientras que el ruso, que miraba al frente, se volvió hacia su homólogo y dio unos pasos para estrecharle su mano derecha. Biden comentó unas palabras inaudibles y Putin miró brevemente a los periodistas, antes de dirigirse al interior.