- La Cámara de Representantes aprobó ayer los artículos del impeachment que culpan a Donald Trump de “incitar a la insurrección”, una semana después de que una turba de sus seguidores entrara por la fuerza en el Capitolio y detuviera el proceso de certificación de la victoria de Joe Biden en las pasadas elecciones del 3 de noviembre.

En la defensa de este juicio político, la presidenta de la Cámara Baja, la demócrata Nancy Pelosi, aseguró que Trump “debe irse” ya que es “un peligro claro y presente” para el país. “El presidente incitó esta insurrección, en una rebelión armada contra nuestro país. Debe irse”, sostuvo Pelosi en el pleno de la Cámara Baja.

Por el contrario, una mayoría de legisladores republicanos se opusieron al impeachment, tildando la medida como algo “temerario” e “insensato”. “Este no es el camino si queremos recuperar la unidad. Es momento de buscar la curación. Paremos este juicio político”, replicó Jeff van Drew, legislador republicano por Nueva Jersey.

A diferencia del impeachment contra Trump celebrado a finales de 2019, que solo contó con votos demócratas, la posición republicana no es ahora monolítica: varios legisladores de este partido irán se declinaron por la destitución, entre ellos la número tres del partido en la Cámara, Liz Cheney, y el congresista Dan Newhouse, quien ha dicho que “no hay excusas para las acciones de Trump”. Tras la aprobación del impeachment se abrirá un juicio en el Senado, donde la destitución requerirá del voto de dos tercios de los legisladores. La oficina del líder republicano Mitch McConnell señaló que el juicio se celebrará después de la ceremonia de inauguración de Joe Biden el 20 de enero.

Precisamente para proteger al presidente electo en esta ceremonia inaugural, el jefe de la Policía de Washington, Robert Contee, anunció ayer que ampliaron a más de 20.000 el número de miembros de la Guardia Nacional desplegados para los días previos y durante la ceremonia de investidura de Biden.

Hasta el momento, el máximo de soldados que se iban desplegar desde este fin de semana se estableció en entre 10.000 y 15.000, muchos de los cuales fueron acuartelados anoche en el interior del Capitolio, tras el asalto por parte de simpatizantes del magnate neoyorkino.

El Pentágono considera que el número de efectivos de la Guardia Nacional destinados a reforzar la seguridad en la capital estadounidenses se acerca a los 30.000, a los que se sumarán los cuerpos de la Policía del Capitolio, la Policía de Parques Nacionales, la policía local de Washington y el Servicio Secreto.

Según fuentes del Departamento de Defensa consultadas por el diario Washington Post, la determinación final sobre las fuerzas que serán necesarias en la capital durante la investidura dependerá de los requerimientos del Servicio Secreto, encargado de la seguridad presidencial.

Por el momento, este fin de semana habrá 10.000 soldados desplegados en Washington, el doble de toda la presencia militar actual de Estados Unidos en Afganistán.

Por primera vez desde la Guerra Civil (1861-1865), varios centenares de soldados fueron acuartelados en el interior del Capitolio, donde tuvieron que dormir en los suelos y pasillos de mármol, rodeados de la suntuosidad de la sede legislativa.

Las autoridades de Washington se vieron obligadas a requerir unidades de la Guardia Nacional de Maryland y Virginia, estados vecinos, así como de una fuerza de reacción rápida especializada en disturbios.

El pasado 6 de enero, mientras las dos cámaras del Congreso se reunían para certificar la victoria electoral de Biden, una multitud violenta irrumpió al asalto el Capitolio, tomándolo durante varios horas y con el resultado de cuatro muertos entre los manifestantes, una de ellas por herida de bala, y de un policía por un golpe en la cabeza.

Trump instigó a la multitud en una intervención previa frente a la Casa Blanca. En algunos casos algunos de los participantes ya habían avisado de sus intenciones en internet.

El secretario del Ejército, Ryan McCarthy, dijo el martes al Washington Post que deben ser cuidadosos a la hora de enviar a la Guardia Nacional de otros estados a Washington, ya que hay amenazas de disturbios durante la investidura no solo en la capital, sino también en las sedes de gobierno de los 50 estados del país.

Trump pide a sus seguidores evitar la violencia. Donald Trump pidió a sus seguidores no incurrir en “violencia” ni romper la ley en los próximos días, ante las múltiples informaciones que apuntan a nuevas concentraciones armadas antes de la investidura dentro de una semana del mandatario electo, Joe Biden.

“Ante las informaciones sobre nuevas manifestaciones, urjo a que no debe haber NADA de violencia, NADA de romper la ley y NINGÚN vandalismo de ningún tipo”, dijo Trump en un comunicado de la Casa Blanca.

Arresto de un líder ultra. Enrique Tarrio, líder del grupo ultraderechista estadounidense Proud Boys, fue arrestado dos días antes del asalto al Capitolio, al ser sospechoso de incitar a los hechos violentos que allí se registraron, indicó el FBI. Según Tarrio, entre 2.000 y 2.500 miembros de Proud Boys asistieron a las protestas de ese miércoles.