Una histórica concentración pacífica de más de 300 artistas e intelectuales cubanos frente a la sede del Ministerio de Cultura de Cuba en La Habana culminó la madrugada del sábado con un preacuerdo de diálogo entre los creadores, que exigen el cese de la censura y la represión, y representantes del Gobierno.

Treinta de los congregados, entre ellos el actor Jorge Perugorría, el director de cine Fernando Pérez y la artista Tania Bruguera, accedieron a las dependencias del Ministerio para una reunión con el viceministro, Fernando Rojas, y otras autoridades del ámbito cultural que se prolongó por más de cuatro horas hasta que ambas partes se comprometieron a celebrar encuentros periódicos para solventar sus diferencias.

Tanto la concentración pacífica -en la que los presentes aplaudieron y corearon cánticos- como la reunión entre artistas y gobierno marcan un precedente histórico en Cuba, donde no existe de facto el derecho de manifestación y las instituciones rara vez aceptan dialogar con grupos independientes de la sociedad civil.

"Se va a abrir un canal de diálogo con las instituciones culturales", anunció al término de la reunión una de los representantes de los artistas, la poeta Katherine Bisquet, que también forma parte del más reducido grupo de 14 activistas que prendió la mecha de lo sucedido hoy.

Estos activistas vinculados al opositor Movimiento San Isidro, entre ellos cinco en huelga de hambre, se atrincheraron por más de una semana en una vivienda de la icónica Habana Vieja para pedir la excarcelación de un compañero -además de otras reivindicaciones- hasta ser desalojados por la fuerza por efectivos policiales la noche del jueves.

El desalojo desató la indignación en la comunidad artística cubana y desde la mañana del viernes la concentración espontánea frente al Ministerio de Cultura fue sumando participantes desde la veintena hasta más de trescientos ya en la noche, y ampliando sus exigencias hasta pedir el cese de la censura y las coacciones.

El evento transcurrió de forma pacífica a excepción de un incidente en el que policías usaron sprays lacrimógenos contra algunos manifestantes que trataban de acceder al lugar a última hora, sin causarles daños físicos.

Además de acceder a abrir un canal de diálogo mediante una agenda de trabajo multilateral, los representantes del gobierno se comprometieron a "interesarse por la situación" de Denis Solís y Luis Manuel Otero Alcántara, según la portavoz de los artistas.

Solís es un rapero aficionado recientemente condenado a ocho meses de cárcel por "desacato" en un juicio que los artistas consideran arbitrario, mientras Otero Alcántara es uno de los líderes del Movimiento San Isidro que llevaba una semana en huelga de hambre cuando fue desalojado de su casa y detenido por la policía el viernes. En estos momentos se desconoce su paradero o su estado de salud.

Por último, el gobierno garantizó a los creadores independientes que podrán reunirse libremente sin ser "hostigados" o "criminalizados" por las fuerzas de seguridad, según Tania Bruguera, una de las artistas contemporáneas cubanas de mayor renombre.

"Criminalizan en los medios estatales y cogen presos a los artistas independientes cuando quieren hacer cosas en sus casas o en espacios que han creado, o no dan permiso a los cineastas para que filmen. Hasta hoy hay un mecanismo por el cual para hacer arte tienes que pasar por el tamiz de la institución, que es censor", explicó la artista.