Viernes noche, no fiestas y la Parte Vieja de Donostia como escenario. Catorce personas han sido detenidas durante la madrugada de este sábado por la Ertzaintza en la cuarta jornada de disturbios desde este pasado martes, lo que eleva el número de detenidos a 31.
Según ha informado el Departamento vasco de Seguridad, se han realizado catorce nuevas detenciones en Donostia bajo la acusación de desórdenes públicos o atentado contra la autoridad. Los arrestados, presuntamente, han cruzado contenedores y arrojado botellas y otros objetos contundentes contra los agentes del dispositivo que vigilaba la Parte Vieja y el centro de la ciudad para controlar el cumplimiento de la normativa sanitaria frente al covid-19. De los catorce detenidos, cuatro son menores de edad.
Pasan los días y la situación, en lugar de mejorar, va a peor. Dos fueron los arrestados el martes, cinco el jueves, diez el viernes y ahora catorce. A pesar de los llamamientos a las instituciones vascas, y del duro mensaje que lanzó ayer el alcalde de Donostia, Eneko Goia, quien tildó estos comportamientos de "despreciables", el incio de este fin de semana no ha podido ser peor.
Se han repetido los incidentes tras botellones no permitidos por las medidas que tratan de frenar el avance de la pandemia. Siempre de madrugada, cuando nada hay abierto -los bares cierran sobre la 1 y los jóvenes se quedan bebiendo-, las calles de la Parte Vieja son testigos de actitudes más propias de un pasado reciente que todavía resuena. Jóvenes lanzando objetos, botellas y vasos a los agentes de intervención de la Ertzaintza, que responden con pelotazos ante las agresiones.
Esta vez los disturbios comenzaron sobre las dos y media de la madrugada en la calle Andia, según han precisado desde Seguridad. "A partir de ese momento, los alborotadores se han dispersado por las calles próximas, cruzando a su paso contenedores y sin dejar de lanzar todo tipo de objetos contra los agentes, que han tenido que hacer uso de material antidisturbios", señalaron.
El saldo fueron las catorce detenciones. Trece de esas personas fueron acusadas de un presunto delito de desórdenes públicos, mientras que a otra se le arrestó bajo el delito de atentado contra agentes de la autoridad. "Entre los detenidos hay cuatro menores de edad, de entre 16 y 17 años de edad, que han quedado en libertad a disposición de sus padres, en espera de ser citados ante la autoridad judicial", concluyeron desde Seguridad.