Todo apunta a que la peregrinación por el desierto ha comenzado ya para la población vasca después de semanas muy duras ?y todavía quedarán por delante días de sustos? en las que los indicadores crecían y crecían. Las últimas jornadas, sin embargo, los números que reflejan la evolución de la pandemia en Euskadi parecen ir contrayéndose poco a poco. La curva todavía no se ha doblado, pero al menos se mantiene estable. Y eso que en las últimas horas se volvió a superar el millar de nuevos casos detectados.
Un mal dato que, sin embargo, fue compensado por otros que sugieren ese camino hacia la famosa meseta epidemiológica. Por ejemplo, este miércoles ingresaron en los hospitales 84 personas, que son catorce menos que el día previo. Eso sí, la presión asistencial en las camas UCI experimentaba un ligerísimo aumento. Un paciente más; y ya son 156 las personas que presentan complicaciones en su salud derivadas del covid-19 que son atendidas en estas unidades.
Por el momento, las autoridades sanitarias mantienen bajo control la situación. El último dato ?facilitado por la propia consejera de Salud, Gotzone Sagardui? hacía referencia a 345 camas abiertas para aguantar este nuevo órdago de la pandemia. Y si fuera necesario incrementar esa disponibilidad no habría problemas para llegar hasta las 692 camas. El protocolo diseñado por el Sistema Vasco de Salud para combatir al SARS-CoV-2 prevé hasta cinco posibles escenarios y en la actualidad la presión hospitalaria se mantiene estable a mitad de la tabla, en la fase tres.
No obstante, la fragilidad es de tal magnitud que el personal sanitario sigue andando sobre la cuerda floja. Las pruebas diagnósticas (PCR y antígenos) no mienten. En el último boletín epidemiológico se da cuenta de 1.020 nuevos contagios identificados después de realizarse 15.083 pruebas diagnosticas, lo que supone una positividad del 6,8%. Los citados 1.020 casos son 37 menos que los registrados el martes, pero todavía son cifras altas, descontroladas; muy por encima ?el doble? de las computadas al cierre del año 2020 y durante los primeros días de este 2021.
De ahí que la prudencia y la cautela dominen todas las declaraciones y valoraciones oficiales que calibran la evolución de la pandemia. El horizonte parece prometedor después de que ayer se conociera que, un día más, el índice básico de reproducción ?ese que calcula a cuántos sujetos puede infectar una persona con el virus dentro? ha vuelto a aflojar su poder de contagio situándose en 0,95. Y otro apunte favorable: la tasa de incidencia acumulada en 14 días ha tenido una buena evolución al caer de 668,4 casos por 100.000 habitantes del martes a 664,1 de este pasado miércoles. Este indicador baja en Bizkaia, donde se reduce de 709,8 a 703; y en Araba de 663,2 a 653,5. La mala noticia es que en Gipuzkoa repunta con timidez: de 584,2 a 587,1.
Los tres territorios históricos también presentan mejores datos relativos a nuevos contagios en comparación con el boletín epidemiológico de Osakidetza del martes. Los 544 casos de Bizkaia son nueve menos que el día anterior. En Gipuzkoa, los 320 nuevos casos representan trece menos que el martes. Y en Araba se identificaron 144 nuevos positivos, que son 19 menos que una jornada antes.
Uno de los datos nefastos llegó desde el sector educativo. En total, según los datos facilitados por el Departamento que dirige Jokin Bildarratz, el covid-19 obligó ayer a clausurar 233 aulas, 30 más que el miércoles. Los centros con alguna clase afectada se han incrementado a 129, ocho más que el día anterior. Este comportamiento obedecería, precisamente, a una tendencia observada en las últimas fechas: la incidencia del patógeno se está desviando a estas franjas de edad. Un día más, las estadísticas revelan que la tasa de incidencia acumulada en 14 días por 100.000 habitantes más elevada se da entre la población menor de 18 años, con 837,67, y la más baja es la de la población de 65 a 79 años, con 470,82.
Por edades, el mayor número de nuevos contagios registrados en las últimas horas corresponde a personas con edades entre 40 y 64 años (365 nuevos positivos), seguidos de la franja de edad de 19 a 39 años (257 casos) y de los menores de 18 años (235 nuevos contagios). Los mayores de 65 años, por contra, contabilizaban 163 casos de los que 52 se corresponden a personas de más de 80 años.