El Gobierno vasco mantiene por el momento la vuelta presencial a las aulas a partir del 7 de septiembre y los centros educativos deberán aplicar planes específicos de contingencia para afrontar con garantías sanitarias la situación de la pandemia de coronavirus.
Fuentes del Departamento vasco de Educación han confirmado este lunes que, a pesar del aumento de casos positivos por covid en los últimos días, su intención es que el curso escolar de la enseñanza no universitaria arranque en Euskadi con normalidad y aplicando el escenario uno de los tres que se han diseñado en función de la evolución de la pandemia, lo que supone la presencia física de alumnos.
También hoy la consejera de Desarrollo Económico e Infraestructuras en funciones, Arantxa Tapia, ha subrayado que el objetivo del Gobierno es que se den clases presenciales en todos los niveles "con todos los protocolos bien establecidos".
Pero el sindicato Steilas ha vuelto a advertir este lunes de que sin más recursos materiales y humanos en los centros no será posible iniciar el nuevo curso con garantías para hacer frente a la posible incidencia de la pandemia.
También este sindicato ha reprochado al Departamento que haya dejado recaer sobre los centros educativos toda la responsabilidad de confeccionar los planes de contingencia ante posibles contagios.
Steilas ha pedido a Educación que "publique un documento que garantice la protección jurídica del personal de los centros públicos" y que aplique un protocolo de la salud de los trabajadores que proteja especialmente a las personas más vulnerables ante el covid-19.
La titular de Educación, Cristina Uriarte, ya dijo a finales de julio que la intención de su Departamento es que el comienzo del curso se enmarque dentro de la normalidad, en el primer escenario, y por el momento se mantiene esta planificación.
También dejó claro que no se prevé la contratación de más docentes.
En el protocolo general de actuación frente al covid-19 que el Departamento de Educación hizo público el 24 de junio se contemplan tres escenarios posibles para el curso escolar.
El primero es de forma presencial, el segundo mixto (presencial y telemático) y el tercero se aplicaría en una situación de confinamiento con la vuelta a la actividad educativa no presencial.
Cada centro debe estar preparado para adoptar su funcionamiento a estas circunstancias.
En las etapas de Infantil y Primaria las clases se impartirán en jornadas de mañana y tarde aunque cada centro podrá aprobar la supresión de las clases en una tarde a la semana que no podrá suponer una disminución del horario semanal del alumnado.
En Educación Secundaria Obligatoria los centros podrán impartir todo el curso en jornada continua.
En primero de Bachillerato las clases se podrán impartir en la modalidad por internet hasta un máximo de 4 horas y en segundo hasta un máximo de 3 horas.
Se priorizará la asistencia presencial de las etapas de infantil y primaria en horario de mañana y en el 3 no habría actividad presencial.
Según las pautas fijadas en dicho documento, las personas que presenten síntomas, como fiebre superior a 37 grados, tos seca, dolor de garganta, dificultad respiratoria o pérdida de olfato y gusto, no deberán acudir a los centros.
Como regla general se tendrá que mantener la distancia de 1,5 metros, usar mascarillas en los casos en lo que no se pueda guardar e intensificar el lavado de manos, y también se limitará el número de participantes en las actividades de grupo.
Sin embargo, el protocolo fija varias excepciones. Los alumnos de Educación infantil quedan exentos de utilizar mascarillas.
Además se fomentará la creación de grupos estables de alumnos junto a sus tutores en Infantil y en primero y segundo de Primaria, cuyos miembros podrán interaccionar entre sí sin tener que mantener la distancia interpersonal de forma estricta ni llevar mascarilla.
En el caso del profesorado, en estos cursos el uso de mascarilla será voluntario cuando estén con el grupo estable de convivencia y obligatorio en el resto de situaciones cuando no se pueda mantener la distancia.