Madrid/Vitoria. Estas son algunas de las conclusiones del estudio sobre las víctimas de incendios en España 2018, presentado este viernes por la fundación Mapfre y la Asociación Profesional de Técnicos de Bomberos (APTB).
De esta forma Euskadi ha pasado de ser en 2017 la cuarta comunidad con mayor tasa de víctimas mortales por incendios en hogares (4,1 por millón de habitantes) a la quinta autonomía con la tasa más baja en 2018 (1,82 muertes por millón).
El estudio precisa que los cuatro fallecidos el año pasado en el País Vasco por incendios eran hombres todos ellos mayores de 50 años.
En total los bomberos que operan en Euskadi hicieron 14.799 intervenciones, de las cuales 6.775 fueron asistencias técnicas, 4.826 para salvamentos y 3.345 para sofocar incendios. De ellos 1.294 fueron en edificios y 964 en viviendas particulares.
El estudio hace especial hincapié en los incendios que se producen en los hogares ya que son más fácilmente evitables.
De los 964 incendios en hogares, 415 fueron en Gipuzkoa, 286 en Álava y 263 en Bizkaia.El estudio también destaca que en el conjunto de España fallecieron en incendios 123 personas -96 de ellas en viviendas-, lo que supone un 42 % menos que en 2017.
A pesar de este descenso, los autores del informe creen que aún no se puede hablar de un cambio de tendencia a la baja, sobre todo porque en 2016 y 2017 las cifras de mortalidad fueron malas (175 fallecidos por incendios y 212, respectivamente), y los del primer trimestre de 2019 han sido los peores desde 2010, con 75 fallecidos.
El 78 % de los siniestros con víctimas sucedieron en viviendas y la causa de la muerte en un 71 % de los casos fue la inhalación de humos, de ahí la importancia de la colocación de sistemas de detección en las casas. En el 26 % de los casos fue por quemaduras.
Además, casi la mitad de las personas que fallecen en los incendios registrados en las viviendas son mayores de 65 años.
El incremento de personas mayores que viven solas y el uso de braseros, la falta de mantenimiento de estufas, chimeneas desprotegidas y aparatos eléctricos obsoletos son la causa de que cerca del 45 % de los fallecidos en incendio en 2018 en las viviendas tuvieran más de 65 años.
En concreto, el riesgo de morir en un incendio se multiplica por 5,2 si la persona vive sola, y el porcentaje de mayores de 65 años que viven solos en España es del 43 %, dos puntos por encima de 2017.
Por comunidades, las cinco con más fallecidos en viviendas por millón de habitantes fueron La Rioja (6,3), Aragón (4,5), Andalucía (4,2), Cantabria (3,4) y Comunidad Valenciana (3,2).
Las que tuvieron menos fueron Islas Canarias (0,9), Madrid (1,6), Cataluña e Islas Baleares (1,7) y País Vasco (1,8).