bilbao - Las instituciones vascas van a recuperar finalmente los terrenos donde se ubica la fallida central nuclear de Lemoiz, un asunto que ha traído cola durante cuatro décadas y que el PNV ha desbloqueado en las últimas horas haciendo valer su presencia en Madrid. La recuperación de estos terrenos se pactó con el expresidente Rajoy en los Presupuestos de 2017, y el presidente Sánchez heredó este compromiso, pero desde entonces Madrid no había movido un dedo para hacerlo oficial. El PNV pudo anunciar ayer que el Gobierno español ha firmado al fin la orden de cesión de los terrenos y se publicará la semana que viene en el Boletín Oficial del Estado. El portavoz jeltzale en el Congreso, Aitor Esteban, aseguró que no ha sido sencillo, que Madrid nunca ha demostrado tener demasiada prisa para resolverlo, y presentó este movimiento como el fruto de la insistencia de su partido y el estrecho marcaje a Sánchez, con “muchas horas” de presión y llamadas de teléfono. Este asunto, que parecía el cuento de nunca acabar, ha llegado a buen puerto y, con ello, se cumple una demanda histórica. Además, este movimiento se ha producido en un momento poco propicio, con Sánchez inmerso en su caravana electoral. El socialista había defendido hasta la fecha que con un gobierno en funciones no podía abrir su mano. Pero el PNV ha abierto un resquicio con el asunto de Lemoiz. De ahora en adelante, el Gobierno Vasco podrá decidir qué uso le da al terreno, que ocupa unos 70.000 metros cuadrados. Se baraja instalar una piscifactoría.
La recuperación de estos terrenos tiene un gran simbolismo. El proyecto de la central nuclear de Lemoiz se remonta a la época del dictador Francisco Franco, y provocó una fuerte contestación social por parte de los grupos ecologistas. La historia de esta central forma parte de las páginas más negras de Euskadi. ETA también puso en su diana el proyecto, y asesinó a los ingenieros José María Ryan Estrada y Ángel Pascual Múgica. La central quedó finalmente en suspenso en los años ochenta, durante el mandato de Felipe González, y nunca llegó a entrar en funcionamiento. La recuperación de los terrenos supone pasar página de toda una época y dar una nueva vida a los terrenos, que ahora mismo son únicamente un cementerio industrial.
Fuentes de la consejería de Desarrollo Económico de Arantxa Tapia consultadas por DNA no pueden confirmar ni desmentir los planes para estos terrenos, ni tampoco pueden asegurar si hay fondos de inversión noruegos interesados en el proyecto del parque acuícola. Tapia aún debe ver la orden de cesión de los terrenos que ha aprobado el Gobierno español y, a partir de ahí, comenzará un proyecto con sus tiempos y su burocracia para registrar las tierras. Sí se admite que, a partir de ahora, tomarán velocidad los proyectos que se estaban barajando. Habrá que gestionarlos en colaboración con las autoridades locales. Se ha hablado de tres inversores interesados en la piscifactoría, que podría aprovechar el agua de la costa vasca en la que se ubica. Sin embargo, la prudencia es ahora la nota dominante, porque el debate entra en su fase clave con la recuperación de los terrenos.
Nada más tener conocimiento de la firma de la orden por parte de Madrid, el PNV convocó de urgencia a los medios de comunicación en su sede de Sabin Etxea, donde dejó la comunicación del anuncio en manos de su portavoz en el Congreso, Aitor Esteban. El jeltzale compareció sin ocultar su satisfacción por un acuerdo que refuerza la influencia de su partido en Madrid, y aprovechó para exigir a Sánchez que acelere también otras gestiones como las transferencias o los accesos del Tren de Alta Velocidad a Bilbao o Gasteiz. El PNV se presentó ayer como la clave para que el Gobierno español, sea del color que sea, tenga en cuenta las demandas vascas. Será uno de sus principales reclamos para las elecciones generales del 10 de noviembre.
presión jeltzale Esteban recordó que el acuerdo se remonta a la negociación con Rajoy y que el compromiso lo heredó Sánchez, pero añadió que cuando se firman estos pactos parece que “la cosa está hecha” y en realidad “hay que ser muy insistente”. Dijo que durante todo este tiempo ha hablado con todos los ministerios y que a veces surgen dificultades técnicas, pero en otras ocasiones simplemente Madrid “no tiene mucha prisa”. Relató que avanzaron “poco” con Rajoy, y que con Sánchez han tenido que “insistir”. Esteban aprovechó para poner en valor que estos días había aclarado al Gobierno español que estar en funciones no quiere decir tener las manos atadas para todo y no gestionar, y que el movimiento sobre Lemoiz le ha confirmado que tenía razón y que la presión del PNV da frutos. “No ha sido sencillo. Han pasado tres años”, volvió a recalcar. Aseguró que este acuerdo es una muestra más de las cuestiones que logra encauzar el PNV “y se van cumpliendo”. A su juicio, a veces las cosas “se van moviendo porque alguien empuja”.