gasteiz - El parlamentario vasco y presidente del Partido Popular guipuzcoano, Borja Sémper, salió ayer en defensa del PP vasco después de que la portavoz popular en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo, acusara a sus compañeros de Euskadi de mantener posiciones “tibias” con el nacionalismo. “Mientras algunas caminaban cómodamente sobre mullidas moquetas, otros nos jugábamos la vida aquí defendiendo la Constitución y la convivencia”, dijo, para reclamar después una rectificación a la dirigente popular.
Sémper llegó solo a las puertas del palacio Europa de Gasteiz, donde el PP vasco celebra una convención para alejar su discurso del de Génova tras la debacle de las elecciones generales, y habló, dijo, a título personal, aunque “también en el nombre de decenas de personas que nos han llamado a las sedes, que nos paran por la calle diciendo que esto es inaceptable”.
Probablemente también en el del resto de la cúpula del Partido Popular en Euskadi, sin representación en el Congreso tras el giro a la derecha en el discurso de Pablo Casado en las generales, después de haber sido durante años el símbolo del partido en el Estado. Así, tras su vehemente intervención, que afirmó haber dudado si llevar a cabo o no hasta el último momento, Sémper entró al palacio de congresos con el resto de dirigentes en un discreto segundo plano, pero al menos ayer no hubo desautorización alguna desde Euskadi ante unas sonoros reproches que no es habitual escuchar entre compañeros de partido.
Sémper, que hace tiempo ejerce de verso suelto en el PP con no malos resultados en las urnas, entró primero en el tema de la foralidad, que Álvarez de Toledo cuestiona por, considera, atentar contra “la igualdad de los españoles”. “Cuestionar el compromiso del PP con el Concierto Económico es desconocer el País Vasco, cuestionar el compromiso del PP con la foralidad, con la España descentralizada y de las autonomías es desconocer la tradición y trayectoria del Partido Popular, y cuestionar la foralidad es cuestionar España en el País Vasco”, le respondía el político guipuzcoano.
Sémper celebró que haya voces divergentes en el partido, “porque yo siempre he dicho que no somos una secta”, pero quiso reafirmar “lo que reafirmaremos aquí dentro -en la convención-, el compromiso inquebrantable del PP con el hecho foral como una herramienta de autogobierno que además garantiza, y fortalece, y es el nexo de unión más fuerte que tiene Euskadi con el resto de España”.
El portavoz popular en el Parlamento Vasco recordó en ese sentido que “esto es lo que ha defendido el PP desde siempre, desde José María Aznar hasta Gregorio Ordóñez en Gipuzkoa, el carácter foralista del Partido Popular como uno de nuestros anclajes más importantes con el resto de España”.
“profundamente doloroso” En todo caso, afirmó, las alusiones a la foralidad son la parte “menos grave” de las manifestaciones de Álvarez de Toledo, en comparación con las acusaciones a sus compañeros de Euskadi de ser tibios con el nacionalismo. “Es profundamente doloroso cuestionar nuestra trayectoria y compromiso con la defensa de las instituciones y de la convivencia en el País Vasco; nos ha costado sangre, sudor y lágrimas, literalmente, defender la foralidad, la Constitución y la idea de una España plural en el País Vasco”, sentenció un indignado Sémper, que afirmaba hablar en un tono “más emocional que político”.
El dirigente guipuzcoano abogó además, en relación a este tipo de discursos, por “romper de una puñetera vez en este país los bloques y diferencias entre ciudadanos, la gente espera respuestas, que les digamos que queremos hacer con su confianza para resolver los inmensos problemas que tienen”, enfatizó Sémper, “harto de la división permanente que se pretende hacer entre ciudadanos nacionalistas y no nacionalistas, harto y cansado de la permanente división entre ciudadanos de izquierdas y derechas”.
Por último, el presidente del Partido Popular guipuzcoano admitió que “todo el mundo tiene derecho a equivocarse”, pero aseguró que ello conlleva también “la obligación de rectificar, y por lo tanto -añadió- a mí me gustaría una rectificación”.