Estrasburgo - El pleno del Parlamento Europeo se mostró ayer muy crítico por cómo han gestionado los Estados miembros el reparto de la cúpula de cargos comunitaria acordada esta semana en una cumbre, donde, según muchos eurodiputados, se ha cuestionado la independencia de la Eurocámara por parte de los Estados miembros, representados en el debate por el presidente del Consejo, Donald Tusk.

Los países recibieron advertencias de todo el arco político de la Eurocámara desde que el pasado martes pactaran nominar a la alemana Ursula von der Leyen a presidir la Comisión Europea, al belga Charles Michel para la presidencia del Consejo, a la francesa Christine Lagarde para presidir el Banco Central Europeo y al español Josep Borrell para la jefatura de la diplomacia comunitaria.

Además, y pese a que la nominación y elección del presidente del Parlamento Europeo recae exclusivamente en esta cámara, el paquete “sugiere” que la primera mitad de la legislatura la encabece un socialista y la segunda mitad, un conservador, incluso recomendando que fueran de un país del Este para equilibrar un reparto que no cuenta con nadie de la Europa más oriental.

El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, defendió el reparto de altos cargos porque cree que es el resultado de “buenas decisiones”, y lo ha hecho ante un pleno del Parlamento Europeo en el que los principales grupos criticaron la negociación a espaldas de los eurodiputados aunque ninguno llegó a plantear la amenaza de veto.

“Creo que son buenas decisiones, por primera vez en nuestra historia el Consejo europeo propuso los nombres de dos mujeres y dos hombres para liderar las instituciones clave de la UE”, declaró Tusk para defender el nuevo diseño. “Llevó tres días porque quise estar seguro de que cada Estado miembro, grande o pequeño, de todos los rincones de Europa, estuviera a bordo en lo que se refiere al liderazgo futuro de la Unión”, argumentó Tusk, quien renunció a su intervención final para dar réplica a las críticas que recibió por el modo de conducir la negociación. En cualquier caso, en su primer discurso antes de escuchar a los eurodiputados, el que fuera primer ministro polaco aseguró que “aún hay margen para mejorar” la presencia de los países de la Europa central y del este en la arquitectura europea, aunque no aclaró cómo.

El reparto negociado durante tres días sin descanso en Bruselas ha provocado un profundo malestar en la Eurocámara, cuyos representantes exigían que fuera uno de los cabeza de lista de los partidos europeos a las elecciones de mayo quien presidiera el Ejecutivo comunitario.

Los eurodiputados también reaccionaron con enfado al hecho de que los Veintiocho apuntaran al socialista búlgaro Sergei Stanishev como el que debería ser el próximo presidente de la Eurocámara para respetar el equilibrio geográfico y asegurar un puesto a los países del Este.

Incluso el grupo de los Socialistas europeos recibió esta recomendación como un intento de injerencia y, tras una tensa reunión de varias horas, eligió al italiano David-Maria Sassoli como su candidato. Sassoli fue finalmente elegido presidente de la Eurocámara el miércoles, con el apoyo expreso del PPE y de los Liberales. Así las cosas, Tusk insistió en que el Consejo que forman los líderes tiene tanta “legitimidad democrática” como la Eurocámara, consideró que “estas pequeñas disputas no tienen sentido” y apeló a la responsabilidad de las instituciones para evitar bloqueos y trabajar juntas por un proyecto común.

La designación de la candidata alemana como próxima presidenta de la Comisión Europea es el único de los cuatro puestos clave sobre el que la Eurocámara tiene poder de veto, ya que podría votar en contra del mismo. Está previsto que los eurodiputados voten este nombramiento en el próximo pleno de julio, en concreto en la jornada del martes 16.

El presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker, garantizó ayer a la candidata a sucederle, la ministra alemana de Defensa, Ursula von der Leyen, “su apoyo personal” para llevar a cabo la transición durante una reunión entre ambos. “El presidente (Juncker) aseguró a la candidata a la presidencia que puede contar con el apoyo de la Comisión y el suyo personal para garantizar una transición fluida si es elegida por el Parlamento Europeo”, declaró el portavoz del Ejecutivo comunitario, Margaritis Schinas, durante la rueda de prensa diaria de la institución.

El encuentro tuvo lugar a las 10.30 horas en Bruselas y, según explicó el portavoz, ambos acordaron permanecer en contacto. “Fue un encuentro amistoso entre dos auténticos europeos que se han conocido durante años”, afirmó Schinas, quien recordó que Juncker y Von der Leyen ya han tenido la oportunidad de reunirse en la Comisión Europea “varias veces en el pasado”.

Preguntado por el descontento en el Europarlamento, Schinas no quiso precisar si la cuestión se abordó durante la reunión. “Por supuesto, ahora corresponde a la candidata a la presidencia garantizar que hasta su elección en el Parlamento. - Efe