Washington - Rudy Giuliani, exalcalde de Nueva York y abogado del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no descartó ayer que gente que trabajó para la campaña electoral del ahora mandatario antes de los comicios presidenciales de 2016 colaborase con Rusia. “Nunca he dicho que no hubiera existido colaboración entre la campaña o gente de la campaña (y Rusia)”, dijo Giuliani en declaraciones a la cadena televisiva CNN al ser preguntado sobre la relación entre la campaña de Trump y el Kremlin. Sin embargo, Giuliani aseguró que “Trump no confabuló con los rusos”. “No hay ni una sola evidencia de que el presidente de Estados Unidos cometiera el único crimen que uno podría cometer en este caso, conspirando con los rusos para piratear al Comité Nacional Demócrata”, agregó el letrado. Estas declaraciones de Giuliani llegan cuando el fiscal especial Robert Mueller está a punto de acabar su investigación sobre la conocida como trama rusa y, previsiblemente, dar a conocer públicamente sus pesquisas.

Mueller investiga desde mayo de 2017, de manera independiente al Gobierno, los posibles lazos entre miembros de la campaña de Trump y el Kremlin, al que las agencias de inteligencia acusan de interferir en los comicios de 2016 a favor del candidato republicano, además de atribuirle el supuesto delito de obstrucción a la justicia. Trump ha criticado de manera reiterada esta investigación como “una caza de brujas” sin fundamento alguno. En la entrevista con la CNN, Giuliani fue preguntado sobre el hecho de que el exjefe de la campaña electoral de Trump, Paul Manafort, supuestamente compartiera datos de encuestas de la campaña de 2016 con Konstantin Kilimnik, un ruso que el FBI cree que tiene vínculos con la inteligencia de Rusia.

“Los datos de las encuestas se dan a todo el mundo”, se limitó a decir Giuliani al respecto. Manafort presumiblemente trabajó entre 2006 y 2017 para gobiernos extranjeros, incluido el Ejecutivo prorruso del presidente ucraniano Víktor Yanukóvich (2010-2014), y para oligarcas rusos, a los que ayudó a mejorar su imagen en Washington sin comunicárselo a las autoridades, lo que constituye un crimen. El caso de Manafort, de 69 años, se unió en septiembre pasado a otras declaraciones de culpabilidad firmadas por otros miembros del equipo electoral de Trumpp en el marco de la trama rusa y a la del exabogado personal del actual mandatario estadounidense, Michael Cohen, quien le ha implicado en supuestos delitos de violación de las normas de campaña de 2016. Cohen pagó alrededor de 13.000 dólares a un informático a cambio de amañar encuestas en Internet para favorecer al entonces candidato, de cara a obtener la nominación del Partido Republicano para las elecciones de 2016. Según desveló ayer el Wall Street Journal, Cohen entregó esa cantidad al dueño de la empresa RedFinch Solutions, John Gauger, en una bolsa de la cadena comercial Walmart en su despacho de la Torre Trump, además de darle un guante de boxeo que habría pertenecido a un experto en artes marciales brasileño.

Trump, el primero De acuerdo con el rotativo, Cohen habría contactado con Gauger, con quien tenía relación anterior, para que diseñara un programa informático que pusiera a Trump en primera posición en diversas encuestas online. A cambio, Cohen le prometió un pago de 50.000 dólares, aunque Gauger solo reconoce haber recibido el efectivo en la bolsa de compra. También le aseguró conseguirle un puesto en la campaña de Trump y le puso en contacto con dos responsables de su equipo, aunque no llegaron a contratarle. Aunque Cohen nunca entregó la cifra completa, el abogado requirió a Trump el reembolso de 50.000 dólares, de forma conjunta con los pagos efectuados a la actriz porno Stormy Daniels por los que fue condenado el pasado mes de diciembre, alcanzando un total de 180.000 dólares, más un bonus de 60.000 dólares y 180.000 para cubrir los impuestos que tendría que pagar. - Efe