Brasilia - La investidura de ayer de Jair Bolsonaro como presidente de Brasil coloca a la ultraderecha por primera vez al mando de la mayor democracia de América Latina desde el fin de la dictadura militar en 1985, de la que el futuro mandatario es un nostálgico. Bajo el lema Brasil por encima de todo. Dios por encima de todos, Bolsonaro prometió en su primer discurso que liberará al país de las “amarras ideológicas”, con un pleno respeto “a las religiones y a las tradiciones judeo-cristianas”. “Convoco a cada uno de los congresistas a ayudar en la tarea de liberar definitivamente al país del yugo de la corrupción, de la violencia, de la sumisión ideológica”, declaró Bolsonaro ante el pleno del Parlamento. Según Bolsonaro, su Gobierno combatirá también la “ideología de género” y otros trazos que, en su opinión, imprimieron en la sociedad y la política los anteriores Gobiernos de Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff.
“Vamos a unir al pueblo, a darle valor a las familias, a respetar las religiones y las tradiciones judeo-cristianas”, aseguró en un discurso de escasos diez minutos el nuevo presidente de Brasil, un capitán de la reserva del Ejército que se comprometió también a promover los “valores” más conservadores de la sociedad. A la ceremonia, celebrada en el hemiciclo del Senado, asistieron los presidentes de Bolivia, Evo Morales; Chile, Sebastián Piñera; Honduras, Juan Orlando Hernández; Paraguay, Mario Abdo Benítez, y Uruguay, Tabaré Vázquez. Asimismo, estaban presentes los primeros ministros de Israel, Benjamín Netanyahu; Hungría, Viktor Orbán, y Marruecos, Saadedine Othmani, así como los presidentes de Portugal, Marcelo Rebelo de Souza, y Cabo Verde, Jorge Carlos Fonseca, entre otras autoridades.
Tras prestar juramento como nuevo presidente de Brasil y pronunciar su primer discurso ante el Parlamento, Bolsonaro se dirigió al vecino Palacio de Planalto, la sede del Gobierno, donde recibió la banda presidencial de manos del gobernante saliente, Michel Temer. Allí, ante una multitud que le aclamaba, Bolsonaro afirmó que con su investidura el país comienza a “liberarse del socialismo, de la inversión de valores y de lo políticamente correcto”. Según el nuevo presidente de Brasil, las elecciones de octubre “dieron voz a quien no era oído” y a él lo pusieron “al frente de la nación para servir a la patria, a Dios y a todo el pueblo brasileño”. “Todo lo que propusimos y todo lo que haremos tiene un propósito común e innegociable, que son los intereses de los brasileños en primer lugar”, manifestó.
En medio de su pronunciamiento, Bolsonaro sacó de uno de los bolsillos de su traje una bandera de Brasil y la ondeó ante la muchedumbre que gritaba “¡Mito, mito, mito!”, como sus simpatizantes le apodan. “Esta es nuestra bandera, que jamás será roja. Solo será roja, si es necesario, con nuestra sangre para mantenerla verde y amarilla”, declaró al término de su discurso.
Bolsonaro también tuvo tiempo de escribir su primer tuit. “Estimado, sr. presidente @realDonalTrump, realmente aprecio sus palabras de aliento. ¡Juntos, bajo la protección de Dios, traeremos prosperidad y progreso a nuestros pueblos!”, señaló el flamante presidente brasileño. Bolsonaro respondía a otro tuit de Trump, admirado por el nuevo gobernante brasileño, en el que le felicitó por el “discurso inaugural” que ofreció en el Congreso tras jurar el cargo. “Felicidades al presidente @JairBolsonaro, quien hizo un estupendo discurso inaugural - EEUU está contigo!”, escribió el presidente estadounidense.
El discurso de la primera dama En un gesto inusual durante la investidura, la nueva primera dama de Brasil, Michelle Bolsonaro, también se dirigió a los brasileños en lenguaje de señas de los sordomudos. “Las elecciones dieron voz a quien no era escuchado y la voz de las urnas fue clara: el ciudadano brasileño quiere seguridad, paz y prosperidad”, dijo Michelle Bolsonaro, quien es intérprete del lenguaje de signos. La primera dama de Brasil se comprometió a fomentar la inclusión durante el Gobierno de su esposo, con quien contrajo matrimonio en 2007, y expresó su satisfacción de “poder contribuir para la sociedad brasileña”.- Efe