BILBAO. En su mensaje con motivo del final de 2018, Urkullu ha recordado "el logro histórico" de la disolución de ETA, pero ha asegurado que su Gobierno no se "conforma" con la desaparición de la banda, y ha expresado su compromiso "con la memoria, las víctimas y la convivencia".

El lehendakari ha comenzado su discurso con "un saludo especial, desde Ajuria Enea, a la comunidad vasca en todos los países, una comunidad siempre cercana y atenta a la realidad en Euskadi", y a sus "oportunidades en el mundo". En todo caso, cree que el cambio de año "es tiempo para reflexionar sobre el camino recorrido e invocar nuevos propósitos".

En el arranque del nuevo año, el presidente del Gobierno Vasco ha expresado su confianza "en poder avanzar en el autogobierno vasco", es decir, "en el crecimiento de Euskadi". Además, ha asegurado que "la fragilidad del modelo de Estado solo se puede superar trabajando un nuevo consenso que asegure la convivencia en un marco plurinacional".

Ante los "problemas, incertidumbres, necesidades y reivindicaciones", Iñigo Urkullu ha asegurado que "la solución, como siempre, está en nuestras manos". "Es tiempo de hacer, de trabajar más y más. Estos días de encuentro, balance y mirada al futuro, comparto la esperanza de que, trabajando juntos, seamos capaces de superar las dificultades y alcanzar nuestros sueños", ha señalado.

En el umbral de 2019, Urkullu ha querido expresar tres sentimientos, el primero de ellos de "preocupación" ante "la realidad internacional, el contexto europeo, la situación política en el Estado y la acumulación de dificultades" en el entorno de Euskadi, que "generan inquietud, incertidumbre e incomodidad".

Asimismo, ha asegurado que "siente de cerca los problemas de muchas familias que siguen sin poder dar la vuelta a los efectos de la larga crisis económica". "Ni debemos ni podemos instalarnos en la autocomplacencia. Justo lo contrario, debemos centrarnos en responder a las dificultades. Está en nuestras manos. Nadie nos ha regalado nunca nada y la única amenaza real es no actuar", ha apuntado.

EL MODELO VASCO

Urkullu ha querido mostrar también un sentimiento "de estima" al 'modelo vasco'. "Tenemos problemas, desacuerdos y divisiones, sin duda. Pero, al mismo tiempo, estamos consolidando un modelo de respuesta diferente, basado en el respeto, la moderación, el diálogo, la confianza y el acuerdo", ha destacado.

A su juicio, se trata de "un modelo propio que funciona y ha dado resultados". "Hoy el 'microclima político vasco' es positivo y constructivo. Lo es, al menos, en mayor medida que en nuestro entorno. No se trata de celebrarlo, sino de aprovecharlo", ha asegurado.

En esta línea, ha remarcado que "la política no consiste en crear problemas, sino en tratar de resolverlos". "La tensión, la confrontación y el distanciamiento permanente no es una opción", ha afirmado, para apelar a "asumir los problemas, avanzar en un diagnóstico compartido y encauzar las soluciones con realismo, rigor y responsabilidad, siempre desde la colaboración".

Para el presidente del Gobierno vasco, "un 'microclima positivo' solo se consigue con personas positivas, dispuestas a ceder parte de sus pretensiones individuales al servicio de acuerdos beneficiosos para la comunidad".

Iñigo Urkullu ha precisado que se trata de la "cultura del esfuerzo que hay que "afianzar". "La estima por lo que tenemos, una autoestima compartida, es la actitud para progresar", ha apuntado.

MEJORA

El tercer sentimiento que el lehendakari ha transmitido a la ciudadanía vasca es del "deseo de mejora". En este apartado, ha recordado que en 2018 se ha producido, "por fin, la desaparición definitiva de ETA, un logro histórico".

No obstante, ha apuntado que no hay que "conformarse" con ello, sino que hay que "avanzar en el compromiso con la memoria, las víctimas y la convivencia".

También ha recordado que en este año que se va, ha crecido "la respuesta frente a la violencia de género o cualquier tipo de discriminación". "No nos conformamos, tenemos que seguir invirtiendo en igualdad entre mujeres y hombres", ha aseverado.

Urkullu ha asegurado que tampoco se conforma con que en 2018 se haya conseguido en Euskadi reducir el paro por debajo del 10%. "Tenemos que aumentar las oportunidades de empleo y mejorar su calidad", ha manifestado.

Una vez más, ha apelado al espíritu 'Auzolana', "un sentimiento personal y compartido en pos del bien común", para responder a los retos de país: Educación, reto demográfico y apuesta por la juventud, innovación, e internacionalización de Euskadi Basque Country".

MÁS Y MEJOR EMPLEO

En su opinión, con este espíritu hay que "avanzar en la prioridad de tantas y tantas personas y familias", que es de la de conseguir "más y mejor empleo" para los jóvenes "que buscan realizar su potencial y emanciparse", para los parados de larga duración "que son quienes peor lo están pasando", para las mujeres en condiciones que favorezcan la conciliación y reconozcan la igualdad, "y para quienes, en sus negocios o comercios, siguen padeciendo las dificultades de la economía en el día a día".

El lehendakari considera que "más y mejor empleo es la mejor política social", y la expresión de su "principal deseo para 2019". En su propósito de mejora, Iñigo Urkullu ha destacado la "solidaridad", y ha afirmado que "salud, educación y protección social conforman la columna vertebral de una sociedad capaz de avanzar sin dejar a nadie atrás".

"Este compromiso con las personas, con cada persona, con quien peor lo está pasando, está en el centro de la acción de nuestro Gobierno", ha apuntado.

Según ha explicado, los tres sentimientos que ha expresado: de preocupación por la situación que rodea a Euskadi, de estima por el modelo que se construye en la Comunidad Autónoma Vasca, y de "deseo inconformista de mejora", se "funden en nuestro bien común: Euskadi".