Salzburgo - La Unión Europea (UE) instó ayer al Reino Unido a revisar su plan de cooperación económica entre Londres y los Veintisiete una vez que se materialice la salida británica del club comunitario, y reiteró que todavía espera concluir el acuerdo sobre la retirada en octubre. “El marco propuesto para la cooperación económica no funcionaría porque amenaza con socavar el mercado común”, declaró el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, en una rueda de prensa posterior a la cumbre informal de líderes celebradas en la ciudad austríaca de Salzburgo. La cuestión irlandesa, añadió, “necesita más que buenas intenciones”, se necesitan “garantías fuertes, claras y precisas”.
Aún más contundente fue el presidente francés, Emmanuel Macron, quien consideró que las ideas de la primera ministra británica, Theresa May, para la futura relación económica en el denominado plan de Chequers “no son aceptables” porque, al igual que Tusk, dijo que “no respetan la integridad del mercado único”. Agregó que el club comunitario “nunca” aceptará un pacto que les dañe, pero reconoció que Chequers también contiene avances en áreas como la seguridad. Ese plan británico contempla crear un área de libre comercio para bienes con la UE después del Brexit, lo que evitaría los controles de aduanas y mantendría abierta la frontera irlandesa, una de las cuestiones pendientes de la negociación.
Este jueves, May destacó que Chequers es “la única propuesta sobre la mesa” que garantiza un movimiento de bienes “sin fricciones”, la ausencia de una frontera física entre Dublín y Belfast y la integridad del Reino Unido. Aun así, anunció que presentará “dentro de poco tiempo” una nueva propuesta sobre la frontera entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda. “No puede haber acuerdo de retirada sin una solución legalmente operativa para la frontera irlandesa, pero esa solución no puede dividir el Reino Unido en dos territorios aduaneros y presentaremos nuestras propias propuestas en poco tiempo”, adelantó la política conservadora. Además, tras las declaraciones a la BBC del primer ministro maltés, Joseph Muscat, en las que decía que hay un apoyo “casi unánime” entre los líderes de la Unión Europea para que el Reino Unido celebre un segundo referéndum de Brexit, May insistió en que no tendrá lugar otra votación. “Quiero dejar mi posición absolutamente clara, que es que no habrá un segundo referendo. El Gobierno no aceptará un segundo referendo porque ha habido un voto de la gente que tuvo lugar en junio de 2016 y la gente votó a favor de abandonar la Unión Europea”, indicó. Donald Tusk resaltó que los Veintisiete se han fijado octubre como plazo límite para cerrar un acuerdo sobre el Brexit y cumplir con el calendario previsto para la salida del Reino Unido de la UE, un objetivo que se formalizaría en una cumbre en noviembre.
“El momento de la verdad para las negociaciones del Brexit será el Consejo Europeo de octubre. En octubre esperamos el máximo avance y resultado en las negociaciones del Brexit”, dijo Tusk “Si sentimos que vamos a ser capaces de finalizar y formalizar nuestro acuerdo en noviembre, convocaré esta reunión extraordinaria”, que tendría lugar el 17 y 18 de ese mes, precisó. En cualquier caso, Tusk subrayó que esa posible cumbre no se organizaría “como emergencia”, sino “como remate de unas negociaciones efectivas” antes de octubre y durante la reunión del Consejo Europeo de ese mismo mes. “Significa que nuestros socios que están aquí tienen absolutamente claro que lo que necesitamos hoy es determinación común en ambas partes para terminar nuestras negociaciones en octubre, pero para algunas cuestiones legales y formales necesitaremos una cumbre para formalizar este acuerdo”, explicó Tusk.
Si bien el presidente del Consejo Europeo dijo sentirse “un poco más optimista” sobre el resultado de las negociaciones del Brexit, admitió que no se puede excluir “en este punto” una salida sin acuerdo.- Efe
‘Chequers’. May destacó que ‘Chequers’ es “la única propuesta sobre la mesa” que garantiza un movimiento de bienes “sin fricciones”, la ausencia de una frontera física entre Dublín y Belfast y la integridad del Reino Unido.
Indivisible. “No puede haber acuerdo de retirada sin una solución legalmente operativa para la frontera irlandesa, pero esa solución no puede dividir el Reino Unido en dos territorios aduaneros y presentaremos nuestras propias propuestas en poco tiempo”, adelantó la política conservadora.
Negativa. “Quiero dejar mi posición absolutamente clara, que es que no habrá un segundo referendo. El Gobierno no aceptará un segundo referendo porque ha habido un voto de la gente que tuvo lugar en junio de 2016 y la gente votó a favor de abandonar la Unión Europea”, reafirmó May.
Inaceptable. Las ideas de la primera ministra británica, Theresa May, para la futura relación económica en el denominado plan de ‘Chequers’ “no son aceptables porque, no respetan la integridad del mercado único”, respondieron Macron y Tusk.
Concreción. “La cuestión de la frontera irlandesa necesita algo más que buenas intenciones”, se necesitan además unas “garantías fuertes, claras y precisas”, señalaron desde el Consejo Europeo. El club comunitario “nunca” aceptará un pacto que les dañe, remarcaron desde las mismas fuentes.
Apoyo. Durante unas declaraciones realizadas a la cadena pública británica BBC, el primer ministro maltés, Joseph Muscat revelaba que “hay un apoyo casi unánime” entre los veintisiete líderes de la Unión Europea para que el Reino Unido celebre un segundo referéndum sobre el Brexit.