Londres - Donald Trump retrocedió en sus críticas a Theresa May y su manera de gestionar el Brexit, tras dar una entrevista incendiaria horas antes al tabloide The Sun en la que ponía en entredicho que se pudiera firmar el acuerdo comercial entre Londres y Washington. El mandatario estadounidense tildó de “noticia falsa” sus declaraciones recogidas en la entrevista e intento defenderse diciendo que muchos problemas se resuelven con un viejo instrumento, la grabadora.

“No critiqué a la primera ministra. Le tengo mucho respeto”, dijo en la rueda de prensa, describiéndola como una “negociadora difícil” y “una mujer muy inteligente, muy dura, muy capaz”, a la que prefiere tener de amiga que de enemiga. En ella también arremetió contra el alcalde de Londres, el laborista Sadiq Khan, diciendo que ha hecho un muy mal trabajo para frenar al terrorismo.

Tras su reunión con la primera ministra británica en su residencia de verano en Chequers, Trump bajó el tono, defendiendo que la relación entre los dos países es indispensable para “la justicia y la paz” y diciendo que apoya un futuro acuerdo comercial entre Estados Unidos y el Reino Unido. Previamente, había señalado que el plan Brexit cuidadosamente elaborado por May “mataría” las posibilidades de Reino Unido de un acuerdo comercial con Estados Unidos. Además, puntualizó que respeta a la primera ministra, punto que no quedaba claro en la polémica entrevista.

De hecho, defendió que él también le dijo a The Sun que May es “increíble”, que está haciendo un gran trabajo con el Brexit, lo cual es muy difícil. Sin embargo, Trump lamentó como May no escuchó sus comentarios sobre los pasos a tomar en la negociación de Londres con Bruselas y cómo ella había decidido seguir por otro camino porque había encontrado sus comentarios demasiado brutales. “Lo describiría como una sugerencia, no como un consejo. Puedo entender por qué a May le pareció demasiado difícil. Pero tal vez algún día ella me seguirá en mi sugerencia. Además, también reconocía que su amigo y ex ministro de Asuntos Exteriores británico, Boris Johnson, es “un tipo muy talentoso”, que sería “un gran primer ministro” y que “tiene lo que hay que tener”.

Desde la Casa Blanca intentaron calmar los ánimos durante toda la noche del jueves y la jornada del ayer, pues en Downing Street estaban muy enfadados por el contenido de la entrevista. La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Sarah Sanders, insistió en que al presidente “le gusta y respeta mucho a la primera ministra May”.

En un programa radiofónico, el Ministro de Estado para Europa británico, Alan Duncan, intentó quitar hierro al asunto e insistió en que la entrevista de Trump no había sido perjudicial y que la visita sería “definitivamente” un éxito. “En muchos aspectos Trump es un polémico, ese es su estilo”, dijo Duncan, pero no cree sea visto como grosero. La que no estuvo de acuerdo con los comentarios de Trump fue la ministra de Cultura, Margot James, quien le dejó claro en Twiter que Boris Johnson “sería un primer ministro terrible”.

Inmigración El polémico mandatario repitió una vez más su creencia de que la inmigración en Europa había causado terrorismo y estaba erosionando la cultura. “No creo que sea bueno para Europa, y no es bueno para nuestro país”, puntualizó. De hecho, describió como si bien tiene una relación con Alemania y Angela Merkel, tiene la creencia de que la inmigración ha lastimado al país. “No es políticamente correcto decirlo, pero yo lo diré”, dijo sin pelos en la lengua, tildando la situación de “muy triste y muy negativa” para Europa.

A su lado, la primera ministra británica se distanció de sus palabras, ensalzando que Reino Unido está orgullosa de su historia aceptando inmigrantes y los beneficios que ha traído al país, además, le puntualizó como “lo que importa es que tengas el control”. Durante el encuentro, además de la futura relación comercial, Trump y May charlaron sobre Irán, Corea del Norte y Rusia. Trump también mantuvo su tono fuerte al ser preguntado por Crimea y dijo que “fue un desastre de Obama. Si yo hubiese sido el presidente, entonces Vladimir Putin no habría tomado Crimea”.