madrid - Como la botella, medio llena o medio vacía. Así se puede ver el resultado de la reunión ayer entre Pedro Sánchez y Quim Torra. Los presidentes español y catalán iniciaron un diálogo necesario del que el Gobierno español anterior de Mariano Rajoy se había desentendido por completo y lo había delegado a la justicia. Los dos mandatarios reconocieron al término del largo encuentro (dos horas y media) mantenido en la Moncloa que el deshielo ha comenzado y que quedan restablecidas y “normalizadas” las relaciones. Incluso desbrozaron el camino para superar algunos entuertos judiciales entre ambas administraciones y establecer cauces de relación institucional a través de comisiones bilaterales Madrid-Generalitat. Sin embargo, en el problema político de fondo (los límites constitucionales a las aspiraciones nacionales de los catalanes) no hubo aproximación, sino ratificación de las líneas rojas de cada parte.
“Es una oportunidad más al diálogo, que hasta ahora era imposible”, comentó Torra, y añadió que “ha habido un cambio de etapa ya que antes esto no pasaba”. Incluso admitió que habría sido “pretencioso” pensar que en esta reunión iban a convencerse el uno al otro partiendo de posiciones tan distantes. Por momentos llegó a mostrarse especialmente complaciente con Sánchez: “Hemos abierto un hilo de esperanza, esperemos que en futuras reuniones el hilo se vaya concretando”. En la misma línea, el nuevo inquilino de Moncloa, a través de un tuit, también comentó que la reunión “es un primer paso. Ahora hay que recorrer juntos el camino”.
Más allá de las formas y la cortesía, Torra insistió en que no renuncia al derecho a la autodeterminación. “No podemos renunciar a nada”, apostilló y añadió que el referéndum, según el Gobierno español, “no existe en la Constitución española”. No obstante, calificó de muy relevante que el presidente español “reconozca que estamos ante un problema político”.
Durante la reunión el presidente español recuperó su mantra de la “plurinacionalidad” en el Estado español. Torra admitió en la rueda de prensa posterior al encuentro que Sánchez le habló en estos términos y que le recordó que “él defiende que España es una nación de naciones”, pero sin concretar “cuál es su proyecto para España ni la solución al derecho de autodeterminación”. Sánchez abanderó este consigna en la primera parte de su mandato como líder del PSOE pero la aparcó poco después como consecuencia de la aplicación del 155 que intervenía la Generalitat de Catalunya y suspendía la autonomía catalana. El socialista defendió con fervor la aplicación de este precepto constitucional.
Al hilo de esta cuestión, Torra le espetó que “si se acepta la plurinacionalidad en España se acepta que hay varias naciones y que éstas tienen derecho de autodeterminación”. En este punto trajo a colación los referendos de Quebec y Escocia, así como lo que dicen los tratados internacionales, sobre los que, a su juicio, los independentistas catalanes fundamentan el derecho de autodeterminación de Catalunya.
Tampoco hubo sintonía en la cuestión de los presos del procés. Ni siquiera estuvo el tema sobre la mesa ya que hubiera sido un escollo insalvable y, como reconoció el propio Torra, no se llegó a negociar “nada” respecto a los políticos encarcelados, porque “ellos lo han pedido así”. No obstante, el president catalán sí le trasladó a Sánchez que espera que “acabe la ofensiva judicial contra las personas por sus ideas”.
Sánchez y Torra se volverán a reunir, probablemente en otoño, en Barcelona. El president catalán pondrá de nuevo estos dos asuntos sobre la mesa: el derecho a la autodeterminación y los encarcelados por el procés.
Estos dos puntos estaban amortizados de antemano, al menos en esta primera reunión entre ambos mandatarios, y una vez constatadas las diferencias pasaron a engordar las coincidencias. Torra arrancó a Sánchez su compromiso de que el Gobierno español reactivará la comisión bilateral Estado-Generalitat, que no ha tenido actividad desde 2011. El presidente español también prometió que revisará los recursos que Rajoy interpuso ante el Tribunal Constitucional contra leyes sociales catalanas. En este grupo no entrarían las leyes vinculadas al desarrollo del procés y del 1-0, ni la última aprobada la semana por el Parlament catalán revalidando el espíritu de la moción independentista del 9 de noviembre de 2015.
Las leyes a las que hace mención Sánchez velan por el derecho a la vivienda de las personas en riesgo de exclusión, servicios de transportes de viajeros, universalización de la asistencia sanitaria o cambio climático, entre otros. En ese contexto, Torra anunció que también han acordado otras comisiones, establecidas en el Estatut catalán, sobre infraestructuras, transferencias y hacienda. “Queremos hablar de política social, de empleo, de dependencia, del Corredor Mediterráneo”, de asuntos que interesan a todos los catalanes.
El president catalán, por su parte, ofreció al su homólogo español que le apoyará en su intento de derogar la ley Mordaza y en las iniciativas sobre memoria histórica y relacionadas con la dependencia.