GASTEIZ. La Fiscalía ha pedido 12 años de cárcel para el acusado al considerar probado que en abril de 2016 este aprovechó que estaba al cuidado de tres de las hijas de su pareja, que en ese momento estaba trabajando, para agredir sexualmente a una de ellas mientras las otras estaban duchándose.

Después cuando la madre regresó al domicilio, ubicado en Agurain, la menor le contó que el procesado "le había tocado la vagina, le había metido el pene y le había dolido", según ha mantenido el Ministerio Fiscal en el juicio que ha quedado ya visto para sentencia.

Durante la sesión el acusado ha negado los hechos y ha situado el proceso contra él en la relación "conflictiva" que mantenía entonces con la madre.

También y a preguntas de su letrado, que ha reclamado la absolución, ha asegurado que en la casa no había esponjas separadas para las niñas y los adultos, ni tampoco toallas específicas, lo que podría servir, tal y como ha mantenido la defensa, para considerar que los restos del acusado podían haber llegado a la víctima a través de estos medios e incluso por una "falta de higiene".

El abogado defensor ha aducido también a una posible "venganza" de la madre, ya que como ha recordado, la menor negó los hechos, algo que hoy se ha constatado en el visionado de la conversación que la niña mantuvo con una experta dentro del procedimiento.

El letrado ha subrayado asimismo que la madre retiró en un momento dado la denuncia.

Ella misma ha confirmado en el juicio este extremo y ha explicado que se debió a no quería creer lo que había pasado hasta que supo que se habían encontrado restos de semen del acusado. La madre ha negado además que utilicen esponjas.

En la vista también ha declarado la persona que recogió las muestras biológicas y los expertos del Instituto Nacional de Toxicología que las analizaron.

En total se llevaron a estudio siete muestras de diferentes partes de la menor y en una de ellas, de la zona de la vagina, se localizó restos de semen correspondientes al acusado.

Preguntados por el presidente del tribunal si era posible que esos restos hubieran llegado a la vagina por una esponja, los expertos han asegurado que "no es fácil" al tratarse de una zona interna.

Aunque en la entrevista a la menor visionada hoy ésta negó la agresión y aseguró que se lo "inventó" porque "estaba enfadada" con el acusado, en el juicio ha declarado también una psicóloga que acudió y reprodujo con ella lo sucedido en el domicilio.

Ha remarcado que la niña fue respondiendo a sus preguntas y que le señaló que cuando sucedió la presunta agresión ella estaba tumbada sobre la cama de su madre y su pareja, y éste se colocó encima.

Ésta y otros profesionales han explicado asimismo que cuando estuvieron con la menor detectaron una gran sentimiento de "vergüenza" y que incluso afirmó que tenía "miedo" de que el acusado hiciera algo a su madre. Por ello han explicado que es "muy habitual" que la víctima no verbalice lo sucedido o incluso lo niegue.