Jerusalén - El presidente palestino, Mahmud Abbas, pedirá a ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea (UE) que trabajen con sus respectivos gobiernos, para que reconozcan a Palestina con las fronteras de 1967 y Jerusalén Este como su capital. Según confirmó el portavoz de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Xabier abu Eid, Abbas viajará a Bruselas el 22 de enero y “uno de los puntos más relevantes de su agenda serán las reuniones que mantendrá con ministros de Exteriores europeos para solicitar el reconocimiento internacional de Palestina con sus fronteras del 67”.
El Comité Central de la OLP, que reunirá la próxima semana a todos los grupos palestinos, hará sus recomendaciones al Comité Ejecutivo.
El grupo nacionalista Al Fatah hizo un llamamiento a la población el sábado para que no decaigan las protestas populares que comenzaron tras el reconocimiento del presidente estadounidense, Donald Trump, de Jerusalén como capital israelí y ahora se añade la amenaza de Washington de cortar su financiación a la cooperación palestina.
El comunicado animó a los habitantes de Cisjordania a marchar hacia los puestos militares fronterizos mañana martes y a celebrar servicios religiosos masivos el viernes.
La postura palestina fue apoyada el sábado por Consejo de ministros de la Liga Árabe, con representantes de Jordania, Egipto, Arabia Saudí, Marruecos y los Emiratos Árabes Unidos.
El responsable de la diplomacia jordana, Ayman Safadi, dijo que todos los ministros de Asuntos Exteriores estaban de acuerdo en que no habrá estabilidad en la región hasta que no se reconozca el Estado palestino con las fronteras de 1967, informó el diario israelí Haaretz.
Israel publicó ayer una lista de más de una veintena de organizaciones cuyos líderes y miembros destacados tendrán prohibida la entrada al país por apoyar al movimiento propalestino de Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS) contra Israel, confirmaron fuentes oficiales. “Esta lista no va en contra de la crítica a Israel, la crítica es legítima; sin embargo, estos grupos no critican la ocupación, sino la mera existencia de Israel. Hemos hecho un trabajo muy cuidadoso para reducir la lista al mínimo”, explicó Sima Vakmin Gill, directora general del Ministerio de Asuntos Estratégicos.
Este departamento y el de Interior han decidido conjuntamente qué parámetros usar para prohibir la entrada de activistas que promueven el boicot: aquellos que ocupan cargos importantes en las organizaciones incluidas en la lista y también otros claves, aunque no tengan puestos relevantes.
Hasta ahora no se habían difundido los nombres de los grupos vetados, lo que llevó a que se deportase a su llegada al aeropuerto de Ben Gurión a varios activistas que no sabían que estaban en la lista negra.
Entre las veintidós organizaciones que aparecen en el listado están BDS Chile, la estadounidense The Jewish Voice for Peace (La voz judía por la paz), BDS Francia o la Asociación Francesa de Solidaridad con el pueblo palestino.
La semana pasada el Gobierno israelí aprobó un presupuesto de 75 millones de dólares para llevar a cabo una campaña nacional antiboicot, el mayor esfuerzo económico hasta ahora para combatir el BDS y uno de cuyos elementos es la publicación de esta lista.
El gobierno ‘creará’ una ONG El plan incluye la creación de una organización no gubernamental que trabajará para contrarrestar las presiones que reciben artistas y empresarios para no relacionarse con Israel o acudir a trabajar al país y a los asentamientos en territorio ocupado, informó el canal de televisión Jadashot.
El pasado marzo, el Parlamento israelí reformó la ley de inmigración de modo que permitiese negar la entrada al país a extranjeros que insten al boicot o hayan participado en actos que promuevan el BDS.
El director de la ONG israelí de derechos humanos Adalah, Hasan Yabareen, condenó la medida en un comunicado y señaló que “recuerda a las acciones tomadas por el régimen del apartheid (segregación racial) en Suráfrica, que también preparaba listas negras para castigar a la gente e impedir la entrada”.
Por su parte, el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, dijo ayer que la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA, por su sigla en inglés) “perpetúa el problema de los refugiados palestinos” y que “debe despedirse del mundo”. Netanyahu se expresó ayer así al inicio de la reunión con su gabinete de Gobierno, al tiempo que fuentes del ministerio de Exteriores dijeron que Israel no quiere de verdad que Estados Unidos deje de financiar a los palestinos, según informó el canal de televisión Jadashot. “Estoy totalmente de acuerdo con la crítica del presidente (de Estados Unidos, Donald) Trump a la UNRWA”, dijo Netanyahu, después de que el este amenazase la semana pasada en un tuit que con cortar la ayuda financiera a los palestinos, incluyendo a la UNRWA, si éstos no volvían a la mesa de negociaciones.
“UNRWA es una organización que perpetúa el problema de los refugiados palestinos. También perpetúa la narrativa del llamado derecho al retorno que tiene como objetivo eliminar al Estado de Israel y por lo tanto, UNRWA debe despedirse del mundo”, opinó el primer ministro israelí. También dijo que esa agencia de la ONU se especializó en ayuda a los refugiados palestinos hace 70 años, mientras que otro cuerpo de la Organización de Naciones Unidas (ONU), el Alto Comisionado para los Refugiados (UNHCR), lidia con el resto de refugiados del mundo.
Netanyahu añadió que hizo “una sugerencia simple: que los fondos de UNRWA sean gradualmente transferidos a UNHCR, con criterios claros para ayudar a refugiados reales y no ficticios, como pasa hoy con UNRWA”. Por su parte, el portavoz de UNRWA, Christopher Gunness, declaró que “lo que perpetúa la crisis de los refugiados es el fracaso de las partes de tratar el asunto”. - Efe