barcelona - Las horas previas al inicio de la campaña electoral para los comicios autonómicos catalanes del 21 de diciembre van a estar hoy más pendientes de las noticias que se produzcan en Madrid y Bruselas que de lo que acontezca en Barcelona o cualquier otro lugar de Catalunya. Y no habrá que estar pendiente de las novedades que salgan de los cuarteles políticos de los 17 partidos que concurren a la liza electoral sino de lo que dicten los jueces del Tribunal Supremo español y de la Corte de Justicia belga. La suerte político-electoral (y penal) del president cesado, Carles Puigdemont, y de su vicepresident Oriol Junqueras, también destituido al igual que los once consellers del Govern, pende de lo que decidan hoy el magistrado Pablo Llarena y de su homólogo belga en relación a la euroorden española que pesa contra Puigdemont y sobre la petición de libertad provisional por parte de Junqueras.
Sendas decisiones pueden condicionar el devenir de la campaña ya que varios de los encausados ocupan puestos preminentes en las candidaturas electorales de Junts per Catalunya (JxCat) y ERC. De hecho, Puigdemont y Junqueras encabezan las listas de sus respectivas candidaturas y su desactivación judicial alteraría no solo la configuración de las candidaturas sino, sobre todo, el clima bajo el que se desarrollará la campaña. La temperatura ambiental es ya elevada debido a la tensión generada por la aplicación del artículo 155 de la Constitución que ha supuesto la intervención del Govern por parte del Gobierno español, así como por varios incidentes rayanos en el delito de odio por parte de seguidores de unos y otros.
El president destituido exiliado en Bélgica y los cuatro consellers que le acompañan (Antoni Comín, Meritxell Serret, Clara Ponsatí y Lluís Puig) se encuentran en Bruselas en régimen de libertad vigilada desde comienzos de noviembre, a expensas de que se desarrolle el proceso judicial. A partir de las nueve de la mañana declararán ante el juez de primera instancia y su decisión podría conocerse hoy mismo o aplazarlo a otro día. En cualquier caso, si la decisión es favorable a la entrega a las autoridades españolas, Puigdemont puede presentar recurso y, por tanto, puede dilatar su estancia en la capital belga al menos hasta enero. En ese caso, haría la campaña electoral en suelo belga, aunque seguirá utilizando la fórmula de la videoconferencia para hacerse presente en los actos electorales de su candidatura en Catalunya.
La vista oral contra Puigdemont y los cuatro consellers coincidirá con la decisión que vaya a tomar el juez del Supremo Pablo Llarena sobre Junqueras y otros siete consellers que permanecen encarcelados, al igual que los líderes de la Assemblea Nacional Catalana (ANC) y Òmnium, Jordi Sànchez y Jordi Cuixart respectivamente. Los fiscales Consuelo Madrigal y Jaime Moreno se han opuesto a que se les modifique la medida cautelar adoptada para todos ellos “ante la gravedad de los hechos” investigados.
El juez Llarena les tomó declaración el pasado viernes y, según anunció, hará pública hoy su decisión, después de que los ocho miembros del Govern aceptaran el marco constitucional y acataran de una u otra forma el artículo 155, aunque Junqueras y el conseller de Exteriores, Raul Romeva, no lo hicieron expresamente. Este hecho abre la puerta a que el magistrado adopte resoluciones diferentes según sea el caso. La opinión más extendida apunta a que aceptará dejarlos en libertad bajo fianza, con lo que podrían participar en campaña y ser candidatos.
Horas más tarde dará comienzo la campaña electoral con la tradicional pegada de carteles, unos actos que desde el entorno de Puigdemont no aclaran si tendrán réplica en Bruselas esa medianoche. “Dependerá del desarrollo de la vista y del estado de ánimo en un día complicado”, apuntaron hace días fuentes próximas al president destituido.
Puigdemont no cree necesario que las formaciones independentistas, Junts per Catalunya, ERC y la CUP, pacten partes de sus programas electorales para el 21-D porque son “la misma causa”, aunque tengan “acentos diferentes”. Según señaló ayer en declaraciones realizadas por videoconferencia desde Bélgica, en directo y ante los miembros de la lista que inauguraron el local de campaña de la candidatura, en el barrio barcelonés de Gràcia, “la derrota del 155, será una derrota a muchas manos, coral, y la respuesta, como no puede ser de otra manera, debe ser colectiva”.
Tras pedir no ir más allá del 155, Puigdemont abogó por restituir el Govern legítimo con todas sus funciones “y recuperar toda la hoja de ruta” interrumpida con la intervención de la Generalitat por parte del Gobierno español.