vitoria- El termómetro baja y el precio de la energía eléctrica sube. Son dos acciones inversas que no tendrían por qué estar relacionadas pero que al coincidir generan un problema grave: la pobreza energética. Y aunque aún no hayamos entrado oficialmente en el invierno ya hay casi 1.400 familias vascas que han tenido que recurrir a las ayudas específicas para paliar la pobreza energética y poder pagar los recibos de luz y gas.
Desde que en el año 2015 el Gobierno Vasco articuló por primera vez una partida económica específica para atender casos de pobreza energética, la cifra de hogares atendidos por Cruz Roja -que es la organización que gestiona esta ayuda- no ha parado de crecer. Entre enero y mediados de noviembre Cruz Roja de Euskadi ha destinado casi 292.000 euros a sufragar las facturas de suministros energéticos de 1.378 familias, de las que prácticamente la mitad -647- son de Bizkaia, 373 de Gipuzkoa y 358 de Araba. Claro que estos hogares no son los únicos que viven una situación de pobreza energética y hay más personas que recurren a las Ayudas de Emergencia Social (AES) de los ayuntamientos para evitar cortes de suministro o ponerse al día con las facturas impagadas. Aitor Allende, coordinador general de Cruz Roja de Euskadi, destaca que su organización gestiona una dotación anual de 400.000 euros aportada por el Gobierno Vasco en el marco de un convenio para dar respuesta a un problema creciente y que, aunque es un componente más de la pobreza general, tiene características propias, como la estacionalidad. “Este es el segundo año en que tenemos el convenio con el Gobierno Vasco para responder a la pobreza energética y esperamos que en 2018 demos continuidad a esta gestión con algunos cambios y ajustes en los acuerdos que hemos suscrito con las empresas energéticas, como Iberdrola, Edp y Gas Natural Fenosa. La idea que tenemos -avanza Allende- es facilitar los trámites para acceder al bono social que las empresas tienen que dar a quienes cumplan determinadas condiciones. Se trata de ver si las familias con las que estamos interviniendo para resolver situaciones de pobreza energética pueden acogerse al bono social que obliga a aplicar descuentos en las facturas, de esta manera muchos hogares pueden beneficiarse de los descuentos y nosotros podemos reducir el gasto económico en ayudas y aumentar la atención porque estamos viendo que hay un incremento de casos”.
Afectados La pobreza energética es la incapacidad de un hogar de satisfacer un nivel mínimo de servicios de energía para cubrir sus necesidades básicas, como mantener la vivienda en una temperatura adecuada para la salud: de 18 a 20 grados en invierno y 25 grados en verano. También se considera pobreza energética cuando una familia, debido a sus bajos ingresos, debe destinar una gran parte de ellos a hacer frente a las facturas de gas y electricidad. Se estima que en el Estado español hay más de un millón y medio de hogares -que agrupan a más de cinco millones de personas- en esas situaciones de penuria y hay factores -como la subida de los precios de la electricidad y el gas (entre enero y noviembre la luz ha subido un 12% y el gas un 4,5%), la reducción de los salarios y la antigüedad del parque de viviendas- que favorecen su aumento.
Según el último informe de EAPN sobre El estado de la pobreza en la Comunidad Autónoma Vasca, al analizar los elementos que determinan la privación material severa se comprueba que el 6% de la población vasca no puede permitirse mantener la vivienda con una temperatura adecuada; y otro 6% sufre retrasos en el pago de los gastos de la vivienda principal. Aunque en el conjunto del Estado español los porcentajes de ciudadanos en esas situaciones son superiores a los de la CAV -10,1% y 9,8% respectivamente-, no se puede minusvalorar la importancia de la pobreza energética en Euskadi, ya que la necesidad de calefacción, por ejemplo, suele ser mayor que en otras zonas y los precios de los alquileres son más elevados, con lo que la renta disponible para que las familias puedan hacer frente a los suministros es menor.
Familias. El 41,4% de las familias atendidas por Cruz Roja sufre pobreza energética y no puede mantener su vivienda con una temperatura adecuada durante el invierno.
Euskadi. El 6% de la población vasca declara que no puede permitirse mantener la vivienda con una temperatura adecuada y otro 6% se retrasa en el pago de gastos del hogar.
España. Según Economics for Energy, más de 1,5 millones de hogares españoles (el 8%) y 5 millones de personas están en situación de pobreza energética.