BARCELONA - Ni Junts pel Sí ni lista unitaria de país que aglutine a las diversas formaciones soberanistas. Finalmente, salvo viraje inesperado, los partidos independentistas concurrirán separados a las elecciones autonómicas del 21 de diciembre. Al cierre anoche del plazo para el registro de coaliciones electorales, PDeCAT y ERC presentaron sus marcas por separado, mientras que la CUP ni siquiera registró su candidatura. Las llamadas ayer de Carles Puigdemont y de la ANC urgiéndoles a conformar una lista unitaria tampoco lograron torcer el brazo a Esquerra y a los anticapitalistas. Ante esta situación las formaciones independentistas buscan ahora la fórmula para coordinarse y asegurar su unidad de acción de cara al 21-D.

Las exigencias propias de las formaciones independentistas abortaron la lista transversal. El PDeCAT se conformaba con repetir la coalición Junts pel Sí con Esquerra, sin cerrarse a la incorporación de la CUP. Esa fórmula le permitiría diluir la importante caída de votos que pronostican todas las encuestas, incluidas las propias. Concurrir de la mano de una ERC a la que los sondeos le auguran una fuerte subida que le puede convertir en la fuerza más votada sería un bálsamo para su precaria situación electoral.

Sin embargo, ERC prefiere ir en solitario y capitalizar su probable victoria en las urnas para liderar el Govern y convertir en president de la Generalitat a Junqueras o a algún compañero suyo de partido. No lo dice tan a las claras y ponen como condición para concurrir con PDeCAT que la candidatura incluya a la CUP. Esta formación hace días que aclaró que no piensa participar en una lista unitaria y ayer volvió a ratificarlo, de modo que una pieza del dominó abate la siguiente y esta a la posterior.

De hecho, la CUP anunció ayer que no decidirá su posición sobre las elecciones del 21-D hasta el próximo domingo en el que decidirá en su Asamblea Nacional entre cuatro opciones o escenarios para participar en estos comicios. La primera de las opciones es no participar en los comicios, tanto por el hecho de que la CUP las considera “ilegítimas” al haber sido convocadas por el Gobierno español, como porque esta formación había indicado que no deseaba participar en otras elecciones autonómicas. La segunda opción pasa por apoyar una “lista blanca”, es decir, una candidatura integrada por personalidades de la sociedad civil catalana sin que en ella figuren políticos en activo y consensuada entre todos los partidos y entidades soberanistas.

El tercer escenario contemplado por la CUP pasa por la creación de un frente de partidos de la izquierda soberanista, del que formarían parte además de la CUP, ERC y otros sectores no necesariamente independentistas, como por ejemplo, los procedentes de la escisión producida en Podem tras la dimisión del que hasta ahora era su líder, Albano-Dante Fachin. La cuarta opción pasa por presentarse en solitario, pero finalmente serán los militantes quienes decidirán el domingo en la Asamblea Nacional cuál de las opciones contempladas será la que determinará lo que haga la formación anticapitalista.

Cualquiera de ellas descarta al PDeCAT como socio electoral y, por tanto, hace inviable la opción defendida por Esquerra, que pasaba por una lista “en la que estén todos los partidos”, con el partido de Puigdemont pero también con los anticapitalistas. El portavoz de ERC, Sergi Sabrià, dio ayer por imposible una candidatura soberanista “realmente unitaria” para el 21-D después de que la CUP haya anunciado que no participará en ninguna coalición. “Ante la imposibilidad de formar una lista realmente unitaria, habrá que crear un frente común desde candidaturas diferenciadas”, señala Esquerra en un comunicado.

Desde su autoproclamado exilio en Bruselas, el president destituido por el Gobierno español realizó un último intento en su apuesta por una lista unitaria independentista que englobe a las tres formaciones que el pasado octubre aprobaron en el Parlament la declaración unilateral de independencia. En una entrevista en Catalunya Ràdio desde la capital belga, acompañado de los también cesados consellers Toni Comín, Meritxell Serret, Lluís Puig y Clara Ponsatí, Puigdemont consideró que es la “única alternativa” frente al encarcelamiento de más de medio Govern cesado y de los presidentes de la ANC y Òmnium Cultural, Jordi Sànchez y Jordi Cuixart.

A juicio de Puigdemont, “lo ideal es que haya una lista de país, amplísima, que incluya a todo el Govern y que defienda la democracia. No tenemos otra alternativa que ir todos juntos, hay gente en la cárcel. ¿Qué más tiene que hacer falta para darnos cuenta de que ahora es el momento?”, clamó el president destituido. En este sentido, la Asamblea Nacional Catalana (ANC) ha pedido que los partidos independentistas presenten una “candidatura única independentista” en la que esté el presidente cesado Carles Puigdemont, así como todos los encarcelados, los exconsejeros destituidos, el presidente de la entidad soberanista, Jordi Sànchez, y el de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart.