Londres - La primera ministra británica, la conservadora Theresa May, guardó ayer silencio al ser cuestionada sobre cómo votaría si hubiera otro referéndum para el Brexit respondiendo que no contesta a “preguntas hipotéticas”. La jefa del Gobierno, que votó a favor de la permanencia en la Unión Europea (UE) en el referéndum del año pasado, se negó hasta tres veces a responder a la pregunta cuando fue entrevistada por la radio británica LBC, según recogieron ayer los medios locales. “Yo voté en su momento por la permanencia por buenas razones pero las circunstancias cambian. Soy la primera ministra que debe asegurar que cumple con el Brexit para la población británica”, contestó May cuando el presentador abundaba en la misma cuestión.
Ante la negativa a dar una respuesta concreta y la insistencia del locutor, la primera ministra dijo: “Puedo estar sentada aquí y podría decir que aún votaría por la permanencia o que votaría por la retirada sólo por darle una respuesta a su pregunta”.
“Voy a ser abierta y honesta con usted. Lo que hice la última vez fue observarlo todo y sacar la conclusión y esta vez haría exactamente lo mismo”, añadió la líder tory (conservadora). “Pero no vamos a tener otro referéndum y eso es absolutamente crucial”, recalcó la jefa del Gobierno. Tras conocerse la opinión de la política, el eurófobo y exlíder del Partido de la Independencia del Reino Unido (UKIP) Nigel Farage se preguntó, a través de su cuenta de la red social Twitter, “¿Cómo Theresa May puede negociar el Brexit si no cree en él?”,
Además, según recogen los medios, May insistió en que el Gobierno no tiene intención de “sacar” a los comunitarios que viven en el Reino Unido pero que “habría que ver” qué ocurre si no se llega a un acuerdo como parte de la retirada del país del bloque europeo. Londres y Bruselas mantienen actualmente la quinta ronda de la primera fase de las negociaciones sobre la retirada británica y, de conseguirse progresos, sobre todo acerca de la factura que deberá pagar el Reino Unido por su salida, ambas partes pasarán a la segunda fase sobre su futura relación. La primera ministra británica, Theresa May, dijo ayer en el Parlamento que el Reino Unido y la Unión Europea están “muy cerca” de llegar a un acuerdo sobre la situación de los ciudadanos comunitarios tras el Brexit.
En la sesión semanal de preguntas a la primera ministra en la Cámara de los Comunes, May reiteró que el Gobierno británico quiere que los comunitarios que residen en el Reino Unido puedan quedarse una vez que el país se retire de la UE en marzo de 2019. Pero aclaró que, en caso de que no haya pacto con el bloque europeo, entonces Londres tendrá que hacer “acuerdos” con los distintos países, no sólo sobre los comunitarios que residen en el Reino Unido, sino sobre los británicos que están en la UE.
Se estima que unos 3,1 millones de ciudadanos europeos viven en el Reino Unido mientras que unos 900.000 británicos residen en distintos países del bloque europeo.
La jefa del Gobierno hizo esta breve mención sobre los comunitarios mientras Londres y Bruselas mantienen la quinta ronda de la primera fase de las negociaciones sobre el Brexit. De conseguirse progresos en esta fase, como la factura que deberá pagar el Reino Unido por su salida, ambas partes pasarán a la segunda etapa, sobre su futura relación.
Empresarios critican a May La directora general de la Confederación de la Industria Británica (CBI), Carolyn Fairbairn, lamentó ayer que la primera ministra, Theresa May, no haya garantizado aún los derechos de los comunitarios que viven en este país ante el Brexit, al tildar de “intolerable” la incertidumbre que afrontan. Según afirmó esta directiva durante un almuerzo celebrado en Londres en nombre de los líderes empresariales británicos, esa inseguridad supone una “mancha para los valores” del Reino Unido.
“El punto de vista de la CBI no ha variado. Una semana después del referendo europeo -del 23 de junio de 2016- pedimos garantías incondicionales por parte del Gobierno británico para que los comunitarios puedan quedarse y hoy lo decimos otra vez”, subrayó.
Fairbairn criticó que “tras 15 meses de jugar al póquer humano, la incertidumbre a la que se enfrentan se ha vuelto intolerable y representa una mancha en los valores” de esta “nación”. Sus declaraciones llegan después de que la líder conservadora admitiera este martes que el estatus legal de esos ciudadanos podría “disiparse” si el país abandona el bloque comunitario sin haber alcanzado un acuerdo con los 27.
La directora general de la CBI advirtió de que si algunos de esos ciudadanos que forman parte del millón de comunitarios que trabajan en la capital, Londres, abandona el país, “la salud y la riqueza” de los británicos “se resentirá”. Fairbairn urgió al Gobierno a acordar antes de que termine 2017 un periodo de transición, incluso previamente a que comience a definirse la forma que adquirirá la futura relación comercial entre ambas partes. Según ella, “mientras continúa la incertidumbre del Brexit”, Londres no se debe “cerrar la puerta a su economía abierta”.
“Un millón de comunitarios viven y trabajan en Londres. El Servicio de Sanidad Pública (NHS) tiene 13.000 empleados de Irlanda, 8.000 polacos, 7.500 españoles, 6.000 italianos”, recordó. “Los hospitales de Londres tienen más personal nacido en ciudades comunitarias que de cualquier otra región inglesa. Incluso si algunos de ellos deciden marcharse, tanto nuestra salud como nuestra riqueza se resentirán”, añadió.
También manifestó que las empresas de la capital ya han hecho planes para lidiar con las consecuencias de no llegar a un acuerdo con Bruselas. Por ello, agregó, “acordar los términos para una transición antes de finales de este año y ver la forma que toma el acuerdo final a comienzos de 2018 son pasos vitales para mantener vibrante la economía de Londres”. - Efe