DONOSTIA. Castells, quien se incorporó al caso con la fase de instrucción ya iniciada, había solicitado el jueves pasado la exclusión de esta prueba de la vista oral, tras constatar recientemente -durante una de las sesiones preparatorias de la vista- que la diligencia se había practicado sin que el imputado estuviera acompañado por un letrado, lo que habría vulnerado sus derechos constitucionales.

El defensor puso de manifiesto el jueves que, aunque en aquel momento el padre de Julen accedió voluntariamente a realizar la reconstrucción y desistió de estar acompañado por un abogado, el derecho a la asistencia letrada es irrenunciable, teniendo en cuenta además que los ertzainas participantes tomaron nota de sus declaraciones.

El inesperado planteamiento de Castells sorprendió al resto de las partes y molestó visiblemente al abogado de la acusación particular, Iñigo Iruin, quien llegó a acusar a su colega de "deslealtad" y aseguró que la petición de anular la prueba "rayaba el fraude procesal" porque, según explicó, cuando en las actuaciones se detecta cualquier vulneración de derechos fundamentales "debe ser alegada de inmediato" sin esperar a que el asunto llegue a la vista oral.

Iruin manifestó también que la pretensión de la defensa resultaba "extemporánea", pues no es posible plantearla una vez iniciado el juicio, con las cuestiones previas resueltas, además de crear una "indefensión material y efectiva" a la acusación particular que contaba con esta prueba para su estrategia ante el jurado.

En el mismo sentido se pronunció el fiscal, Jorgue Bermúdez, quien recalcó que, en los años transcurridos desde que se inició la fase de instrucción, ha habido tiempo suficiente como para introducir en la causa un "incidente extraordinario de nulidad" como éste.

Ante la dificultad del asunto, el magistrado presidente, Augusto Maeso, decidió aplazar su decisión sobre la nulidad de la prueba hasta la jornada del juicio celebrada hoy, momento en el que, tras escuchar nuevamente, durante más de una hora y media los distintos argumentos de las partes, ha decido "extraer" de la causa los folios en los que figuraba la reconstrucción del itinerario que hizo el padre de Julen por el monte Igeldo durante los días en los que estuvo en paradero desconocido.

El juez ha resuelto asimismo permitir que los dos ertzainas que tomaron parte en esta diligencia comparezcan próximamente en el juicio, si bien ha advertido a las partes de que no podrán ser interrogados sobre este asunto concreto.

Previamente, Miguel Castells había reafirmado su oposición a que se admitiera esta prueba porque, según ha dicho, contiene aspectos que podrían resultar "incriminatorios" para su defendido.

Tanto el fiscal como la acusación particular han manifestado su protesta ante la decisión del juez. En concreto, Iruin ha explicado que contaba con la práctica de esa prueba para intentar desacreditar las declaraciones que hizo el padre de Julen cuando, en la sesión del juicio del pasado martes, dijo no recordar la mayor parte de sus actos durante los días que estuvo ausente.

Sin embargo, según ha señalado Iruin, cuando accedió a la reconstrucción de ese período hizo "un recorrido minucioso y detallado" por la zona.

Una vez solventada esta cuestión, han accedido a la sala el acusado y los miembros del jurado y ha comenzado la sesión del juicio propiamente dicha con la declaración de media docena de agentes de la Ertzaintza que participaron en distintos aspectos de la investigación de la muerte del niño.

Uno de estos agentes, que tomó declaración al inculpado, ha explicado que le llamó la atención que el hombre se mostrara "más preocupado por la relación con su mujer que por lo que había pasado".

Otro policía, que cuando ocurrieron los hechos era subjefe de la comisaría de San Sebastián, ha comentado que, en su opinión, la Unidad de Policía Científica que inició la inspección ocular del piso donde murió Julen debió haber acabado su labor, a pesar de que los forenses apuntaran a que inicialmente el niño podría haber acabado con su propia vida, lo que motivó que las pesquisas recayeran en agentes de la comisaría de Ondarreta.

Este ertzaina ha dicho además que, en su opinión, las circunstancias iniciales del suceso no le parecieron "las habituales" de un suicidio. Está previsto que el juicio continúe mañana con su octava sesión, en la que declararán dos nuevos ertzainas y cuatro familiares del niño fallecido. EFE